¿Se acabó lo que se daba?

Publicado: 06/10/2011
Chiclana pierde empleo y gana parados con un balance negativo de más de 2.300 nuevos desempleados desde 2009 a 2011.
La pregunta es si se acabó lo que se daba y el modelo en el que se ha sustentado la economía de Chiclana en los últimos veinte años comienza su declive, como dicen desde Izquierda Unida a raíz de los datos del paro.

Habría que ser excesivamente pesimista para pensar que la gallina de los huevos de oro agoniza a pesar de que el desempleo haya subido en el mes de septiembre en 618 personas. Otra cosa es que sea bueno “revisar” el modelo económico y recuperar, o simplemente, no dejar morir otros sectores productivos primarios que hace tiempo sostuvieron la economía de la ciudad.

Es cierto que las cifras del paro dadas a conocer esta semana por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) son para asustarse en un primer momento, pero todo depende de la perspectiva con que se miren las cosas y de la evolución de ese modelo que a tenor de otras cifras dadas a conocer también en estos días por la patronal Horeca, no parece que esté tocando fondo. Al menos no en cifras tradicionales. Otra cosa son las ganancias del sector servicios que sí se han podido ver afectadas por la crisis, de la misma manera que los datos provinciales globales en la pérdida de empleo afectan más a otras muchas poblaciones que a Chiclana.

Pero mal de muchos es consuelo de tontos y los datos son los que son cuando se ven en números redondos. Los 11.778 desempleados registrados en el SAE en el mes de agosto han pasado a ser 12.459 en septiembre, esos 681 nuevos parados que suponen un 5,78 por ciento de aumento con respecto al mes anterior.

Ha subido el paro en todos los sectores, especialmente Servicios (de 4.631 a 5.070) y más levemente en Industria (900 a 940) y en Construcción (3.218-3.284), mientras que es simbólico en Agricultura (93-97) y algo más significativo en los que buscan su primer empleo (2.936-3.068), con el agravante de que este último sector, como el de Servicios y Construcción, son los más estacionarios y por ende, los más precarios. Si es que todavía queda empleo que no sea precario.

Pero lo que sí queda meridianamente claro es que la destrucción de empleo no se enjuga, ni con mucho, con la creación eminentemente temporal de los principales sectores que a principios de verano comenzaban el periodo de vacas gordas de cada año por estas fechas.

Analizando los datos de los tres meses de verano, Chiclana pasó de los 11.831 parados del mes de junio de 2011 a los 12.459 de septiembre pasado. O sea, que ha perdido 628 empleos descontados los ganados en el mes de agosto. Sin embargo, de lo que sí se puede hablar es de un continuo aumento del número de parados globales, para lo que también hay que analizar el aumento de la población que de todas formas seguiría indicando un aumento del paro mirado con más perspectiva.

Lo peor está por llegar porque mirando a años atrás, el mes de septiembre, terminada la temporada alta, es mes de caída del empleo, pero también lo es el mes de octubre, como se demuestra analizando las cifras del año pasado en los mismos meses de verano.

Igual que en 2009 y 2010
En comparación con este año, la que está ocurriendo es lo mismo que ocurrió en 2010 y en 2009, y prácticamente con las mismas cifras, más en porcentajes que en números redondos. Sólo hay que retomar las cifras del SAE correspondientes al mes de septiembre de 2010 y se puede comprobar que se perdieron 726 empleos, pasando de 10.635 parados a 11.361, un 6,83 por ciento más con respecto al mes anterior de ese año. O sea, más que en 2011.

Sí es más significativo fijarse en los sectores que pierden empleo durante el resto del año y sólo lo ganan en verano, aunque como se decía, sin capacidad para enjugar las pérdidas. Comparando los dos años y los dos periodos veraniegos, tanto en 2010 como en 2011 los tres sectores que pierden empleo acabado el verano son la construcción, el sector servicios y el de los que buscan su primer empleo.

El gran problema de Chiclana, se mire por donde se mire y se analice como se analice es la estacionalidad y basta con mirar un poquito más atrás. Chiclana registró en el mes de mayo de este año 12.160 desempleados y el mes anterior, en abril, 12.476. Esto es, 23 empleos menos que en el mes de septiembre según los datos que se han conocido ahora. En conclusión, el final del verano hace volver las cifras a la dura realidad del paro y se puede decir que el verano simplemente alivia, pero no cura, la sangría de empleos que se viene registrando en Chiclana desde que en 2005 se estableció el sistema Sispe, cuando las cifras del paro no llegaban a los 5.000 en plena temporada de vacas flacas.

Se puede abundar retrocediendo en el tiempo recordando que en el mes de septiembre de 2009 el número de parados fue de 10.113 y en el mes de octubre de ese mismo año, de 10.618, esto es, 505 más que en septiembre de ese mismo año, un 4,9 por ciento. Aproximadamente lo que se va a perder en el mes de octubre, cuando el paro en Chiclana puede alcanzar los 12.800 parados, poco más o menos, teniendo en cuenta que la diferencia entre septiembre de 2010 y octubre de ese año también fue de 344 parados más, un 3,03 por ciento.

Las cifras, de todas formas, están ahí pero son interpretables, que es lo que hace la portavoz de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, Ana Rodríguez, al alertar del agotamiento del modelo productivo de Chiclana, sobre todo porque en lo que sí tiene toda la razón es en la realidad irrefutable de que “después de más de dos años de crisis (el paro) sigue subiendo y no se le ve solución”.

Las cifras que puede manejar, que son las públicas, son las reseñadas aquí y ya sólo falta comparar los parados de 2009 con los de 2011, 10.113 y 12.459 para concluir que el número de parados se ha incrementado en 2.346 en dos años. Y vistos los números, subiendo.

Es verdad que se puede decir que no se tiene en cuenta el aumento de población -un complicado análisis para diferenciar a la población activa de la que no en esos aumentos y extrapolarlos al aumento del paro- pero más de 7.000 parados más desde mayo de 2005 hasta la actualidad dejan claro que hay que revisar los mecanismos y el modelo actual. Algo que da igual quien lo diga por cuanto esa revisión debe de ser constante por obligación de los políticos y de los sectores productivos.

Ana Rodríguez se suma además a una filosofía que está adoptando tanto la izquierda como la derecha a la vista de las circunstancias, aunque, por supuesto, con fórmulas distintas. “Aunque no tenga competencias en empleo, sí es necesario que nos sentemos y que desde el Ayuntamiento se impulse una mesa por el empleo en la que estén representados colectivos de todo tipo, como ya propusimos durante la campaña electoral, para que analicemos la situación y busquemos nuevos yacimientos de empleo en la localidad”, propone la izquierdista.

La concejala cree que hay que “ser valientes” para salir de esta situación y “si tenemos que volver al sector primario y plantearnos otra manera de vivir debemos hacerlo porque no podemos seguir poniendo pequeños parches”.

El PSOE, en clave política
También los socialistas han mostrado su “preocupación” por la noticia del aumento de las cifras del paro a pesar de ser cifras esperadas. Sin embargo, el PSOE se centra más en la dinámica política que en un ejercicio de reflexión, como hace IU.

“Aunque somos conscientes de que es inevitable que la finalización del verano lleva consigo un incremento del número de parados, lo que no llegamos a comprender es la falta de trabajo del actual Gobierno municipal, que poco o nada está haciendo para mejorar la situación de las familias chiclaneras, sobre todo, de aquellas que peor están sufriendo la crisis económica”, comentan desde el PSOE-Chiclana.

“El señor Marín ha manifestado que hay que esperar al 20-N para que cambie la situación y baje el paro, lo que demuestra que el PP echa balones fuera en este asunto”, manifiestan los socialistas, quienes aclaran que “lejos quedan las afirmaciones previas a las elecciones municipales del 22 de mayo, en las que se aseguraba que con el Partido Popular se iba a crear empleo en Chiclana. Sin embargo, septiembre nos ha vuelto a traer cifras negativas, a pesar de que ahora está gobernando el PP”.

El PSOE dice que mientras desde el PP acusan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero del problema del paro, lo cierto es que “seguimos a la espera del primer contratado con cargo al PLES, a pesar de que Núñez en el Pleno de septiembre anunció que el 3 de octubre estarían trabajando 21 personas en Chiclana Natural”.

Por otro lado, los socialistas también siguen a la espera de que se atiendan a las familias con problemas, que solicitan una reunión con los representantes del equipo de Gobierno municipal. “Frente a ello, nos encontramos con una política de desahucios y cobros imperiosos de tasas municipales a personas paradas de largo plazo”, aseguran desde el PSOE retomando la polémica de Emsisa.

Sector primario, al menos no dejarlo morir
Ha sido una noticia que apenas ha tenido eco en esta semana y que llegaba a través de la Asociación Agricultores del Fontanal, que tras agradecer a la Concejalía de Vías y Obras el arreglo de varios caminos rurales por la zona, la más importante desde el punto de vista agrícola de todo el término municipal, dejaba un apunte que debería de preocupar a los responsables políticos de la ciudad, llamados de alguna forma -y a este periódico le consta que están por la labor- a unificar criterios y ofrecer facilidades antes que a usurpar el papel de los sectores productivos que son los que tienen que crear empleo.

La llamada de la Asociación de Agricultores del Fontanal sobre la situación que están padeciendo los viñedos de la que otrora fue una importante fuente de riqueza de la ciudad -maltratada como otras tantas por el todopoderoso Marco de Jerez- no deja lugar a dudas de que lo que ahora se presenta como un problema puede ayudar en su medida razonable a la solución.

“Al término de la vendimia y debido a la escasa rentabilidad, continúan arrancándose numerosos trocitos de viñas. No solamente se trata de una actividad económica, sino de algo que forma parte de la idiosincrasia de Chiclana, de sus costumbres, de su cultura, y una de las más importantes señas de identidad de nuestra ciudad no podemos dejar que se muera”.

Volver al sector primario, si hace falta, decía la concejala de IU. Quizá no de forma tan radical, pero lo que sí es cierto es que los monocultivos son una bomba de relojería. Y sumar siempre es bueno.

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