Detenidas sietes personas durante el fin de semana por diversas causas

Publicado: 30/07/2012
Los agentes de la Policía Local actuaron en una reyerta en La Carabina y en varios controles de alcoholemia.
Agentes de la Policía Local han detenido a siete personas durante el fin de semana, como resultado de intervenciones practicadas. Así, en la tarde del día 27 de julio se produjo una grave reyerta en la barriada La Carabina. Dos familias de etnia gitana discutían, acusándose una a la otra de haber cometido un robo. En el transcurso de la confrontación utilizaron objetos contundentes y armas blancas, con el resultado de un herido. Los miembros de la Policía detuvieron a tres personas.

Ese mismo día, por la noche, cuando una patrulla de la Policía Local realizaba un control de alcoholemia en la carretera de los Carabineros observó a un turismo que, al percatarse de la presencia policial, giró bruscamente hacia una calle anexa a la iglesia allí existente, que no tiene salida. Cuando los agentes se acercaron al vehículo, apreciaron que el conductor presentaba claros síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas, tales como: ojos enrojecidos, fuerte olor a alcohol, habla pastosa y, al apearse del vehículo,  pérdida de equilibrio.

En un principio se negó a ser identificado y someterse a las pruebas de alcoholemia, alegando que estaba parado y mostrando una actitud hostil y desafiante hacia los actuantes, llegando incluso a lanzar el brazo para golpear a uno de los agentes, que previamente había insistido de nuevo en que debía de acompañarles para la realización de las pruebas preceptivas, produciéndose un forcejeo que produjo la caída de aquel y los actuantes, que posteriormente procedieron a su detención. Finalmente, accedió a realizarlas, dando un resultado positivo. Por ello fue detenido como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial y otro de resistencia a la autoridad. Se trataba de J.A.M., de 46 años y vecino de Chiclana.

Esa noche también, cuando agentes de la Policía Local efectuaban servicio de vigilancia en los alrededores del centro comercial Tartessus, observaron un vehículo que circulaba en dirección a la calle Marco Aurelio muy despacio y con las luces apagadas. Dieron el alto al conductor para proceder a su identificación, apreciando en éste síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas: fuerte olor a alcohol, habla balbuceante, ojos enrojecidos y, cuando se apeó,  pérdida de equilibrio. Al dar positivo en las correspondientes pruebas de alcoholemia, fue detenido como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial. Se trataba de A.B.S., de 23 años y domiciliado en Cádiz.

Cuando los agentes se encontraban interviniendo con el anterior, hizo acto de presencia A.C.M., de 27 años y con domicilio en Cádiz, claramente en estado de embriaguez y muy excitado, que comenzó a recriminar la actuación de los policías para con su amigo. Braceaba a poca distancia de los Agentes, elevando el tono de los gritos que profería contra ellos.

Se le requirió en sucesivas ocasiones para desistiera en su actitud, haciendo éste caso omiso a las indicaciones, llegado a realizar los braceos a muy escasos centímetros de los policías, por lo que se le apartó para evitar que pudieran ser agredidos en cualquier instante. Varios amigos de dicha persona que se encontraban en la zona, tuvieron que retenerlo debido a su actitud cada vez más agresiva, teniendo que agarrarlo para evitar que se abalanzara hacia los policías, a los que no cesaba de gritar y amenazar. Finalmente, tuvo que ser detenido por la comisión de una presunta falta contra el orden público.

Por otro lado, en la noche del día 29, cuando agentes de la Policía Local se encontraban realizando servicio de vigilancia en la avenida de Babor, observaron un turismo que salía de un estacionamiento en batería que colisionó con el vehículo que se encontraba estacionado en línea en el lado contrario de la vía, para posteriormente dar hacia delante, impactando ahora con el vehículo que se encontraba estacionado en batería junto al de ella.

La conductora tenía síntomas evidentes de encontrase bajo la influencia de bebidas alcohólicas, tales como fuerte olor a alcohol, ojos enrojecidos y, cuando se apeó del vehículo, perdidas de equilibrio. Al dar positivo en las correspondientes pruebas, fue detenida como responsable de un presunto delito contra la seguridad vial. Se trataba de R.R.T., de 38 años y domiciliada en Chiclana.

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