Miguel Joaquín Eleizegui, conocido como el gigante de Altzo, nació en un caserío de dicha localidad guipuzcoana el 23 de diciembre de 1818, cuarto de nueve hermanos. Huérfano de madre desde los 10, mantuvo una infancia y adolescencia normales hasta que, con 20, desarrolló acromegalia.
Una enfermedad rara y dolorosa, que le hizo crecer hasta los 2.42 metros progresivamente. Teniendo conocimiento de su caso, un empresario le propuso a su padre -agobiado por las deudas- exhibirlo como espectáculo, acompañado de su hermano Juan Martín o Martín. Datos de Wikipedia.
Los responsables de la notable ‘Loreak’, Jon Garaño y Aitor Arregi, adaptan al cine esta historia real en ‘Handia’, de 114 minutos de metraje, cuyo guión firman también junto a José Mari Goenaga y Andoni de Carlos. La bellísima fotografía se debe a Javier Aguirre y la hermosa partitura a Pascal Gaigne.
Dividida en cuatro capítulos, sigue el curso de la vida de estos dos hermanos desde el caserío familiar, hasta la separación por la implicación forzosa del mayor en la guerra carlista y el posterior recorrido juntos por lugares, tan cutres como solemnes, países, y ante personalidades, que hubieran pensado inalcanzables. Un recorrido del que solo se beneficiaban el representante y Martín, los explotadores del inocente y bondadoso Joaquín.
La dureza de la historia y de la época, el sinsentido de una guerra, las crudas condiciones de supervivencia de las clases humildes y trabajadoras que les abocaban a la crueldad, más o menos consciente, en función de la rentabilidad pública de un hijo anómalo. Un hombre atípico, que añoraba su cotidianidad y deseaba cualquier cosa antes de su exhibición pública como un fenómeno de feria.
Un hombre atípico generoso, sensible, digno y bondadoso que debe renunciar, por el bien familiar y fraternal, a cualquier pretensión de ser él mismo. Un hombre atípico, atormentado y conmovedor, maravillosamente encarnado por Eneko Sagardoy, a quien le dan una convincente réplica Joseba Usabiaga, Ramón Agirre e Iñigo Aramburu en los personajes principales.
Oscura, cruel, poética, conmovedora, delicada, sutil, elegante e intensa con un precioso, y a la vez hostil, entorno de montes y bosques. Pero también de ciudades, de viajes, de experiencias, del sufrimiento y del terror de unos huesos que no paran de crecer… De un corazón gigante del que nadie estuvo nunca a su altura, ni física, ni moral.
Háganse el favor de verla. Pero en su versión original, a ser posible. La lengua materna aquí es fundamental.