El Boletín Oficial de Junta de Andalucía (BOJA) ha publicado este martes la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para el proyecto de dragado en el Puerto de El Terrón, en Lepe, que presenta "graves problemas" de falta de calado por acumulación de fango, que comprometen la operatividad para la flota pesquera.

Según recoge la AAU, consultada por Europa Press, debido a los problemas que presenta, la Agencia Pública de Puertos de Andalucía contrató el proyecto de 'Remoción de fondos para la mejora del Puerto del Terrón' en julio de 2022. Con carácter previo, en marzo de 2022, la Agencia contrató la realización del Estudio hidrodinámico de la ría del Piedras, cuyos resultados "son esenciales para el desarrollo del proyecto de dragado".

El proyecto tiene como objeto la recuperación de calados en el puerto de El Terrón, ya que "se pone en riesgo la operatividad tanto de las instalaciones portuarias para la flota de pesca profesional como para la deportiva". El proyecto del dragado, que está redactado y cuenta con un presupuesto de más de 500.000 euros, se realizó por parte de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) tras contar con un estudio hidrodinámico que asegura la viabilidad del procedimiento e incorpora un dictamen ambiental favorable, según indicó la Junta.

La AAU recoge que las actuaciones se desarrollan en la zona de accesos y atraque de la concesión que la Asociación Náutica Deportiva El Terrón tiene en el puerto, que se encuentra localizado en el Paraje Natural y LIC Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, dentro del estuario del Río Piedras y que aguas abajo del Paraje constituye el LIC propiamente del Estuario del Río Piedras.

Así pues, se plantearía una afectación directa e indirecta sobre el Paraje Natural, así como una afectación indirecta sobre el LIC Estuario del Río Piedras. Dicho espacio se caracteriza por la presencia de ecosistemas palustres, marinos, mareales y de drenaje que constituyen hábitats de interés comunitarios, con presencia de comunidades vegetales de especial interés, entre ellas diversas fanerógamas marinas, y hábitats para una fauna asociada en el que el grupo de aves, con diversas especies catalogadas.

En este contexto, la autorización indica que la ejecución del proyecto supone "una alteración del fondo de la ría y de su topografía", así como, en consecuencia, de su hidrología, "con efectos además indirectos sobre el entorno como consecuencia de la potencial turbidez durante los trabajos y que podrían afectar a las poblaciones de Zostera noltii --especie vulnerable-- y que se localizan en zonas próximas a la de extracción".

Por tanto, en aras a mitigar la potencial afectación del dragado sobre los valores naturales de este espacio natural protegido y como medidas complementarias a las previstas en el estudio de impacto ambiental, el proyecto se deberá ejecutar fuera del periodo de floración y fructificación de Zostera noltii, que a priori se trataría del periodo en que esta especie es más sensible a impactos medioambientales, debido estrés que supone el coste energético de estos procesos reproductivos.

MEDIDAS

Por ello, el dragado no podrá ejecutarse en ningún caso en los meses de verano ni en la primera mitad del otoño. Se ejecutará preferentemente durante los meses de invierno y el primer mes de primavera.

En los primeros quince días de ejecución del proyecto se realizarán tres campañas, una con coeficiente bajo, otra con coeficiente medio, y otra con coeficiente alto. Tras estas campañas, se detendrán temporalmente las actuaciones "en tanto no se compruebe la ausencia de sedimentación debida al dragado sobre las praderas de Zostera noltii conocidas en el canal del Piedras que estén situadas a menos de ocho kilómetros de la zona de dragado, así como una ausencia de sedimentación significativa debida al dragado en los márgenes intermareales".

Asimismo, señala la AAU que el promotor deberá comunicar "lo antes posible" a la Delegación Territorial el resultado del muestreo y que, en caso de detectarse algún impacto sobre estas praderas o los márgenes intermareales, que pueda haber sido causado por las campañas realizadas en estos primeros quince días, "el promotor deberá comunicarlo lo antes posible a fin de determinar las medidas que deban adoptarse, y que podrán incluir la paralización de los trabajos en tanto no se pueda obtener, en su caso, la autorización excepcional". Este control deberá repetirse una vez realizadas la mitad de las campañas.

Además, apunta que, en caso de que durante la ejecución de las actuaciones previstas se observase la presencia de ejemplares de especies de la flora y fauna amenazadas o en régimen de protección especial, o sus nidos, crías o huevos, que pudieran verse afectadas por las actuaciones, "se protegerá las mismas y su entorno, incluyendo la paralización de los trabajos en caso necesario, y se contactará inmediatamente con la Delegación a fin de que puedan adoptarse las medidas que se estimen adecuadas".

Finalmente, subraya que "en ningún caso podrán eliminarse, dañarse o manejarse especies de flora o fauna amenazadas o en régimen de protección especial sin contar previamente con la autorización excepcional".

ACTUACIONES EN EL PUERTO DEL TERRÓN

El Puerto de El Terrón se ha dotado en los últimos años de un nuevo espacio público peatonal, completamente repavimentado y dotado de mobiliario urbano e iluminación LED autoalimentada con placas fotovoltaicas. Se trata de un nuevo espacio que ha servido para el afianzamiento de un sector importante en la provincia de Huelva como es la hostelería, posibilitando que todos los locales implantados en el puerto hayan podido disponer de una posición privilegiada frente a esta nueva zona.

El puerto pesquero cuenta también con una nueva explanada para rederos, con disposiciones móviles para disponer de sombras, un cerramiento que garantiza la seguridad de las artes de pesca y una perfecta iluminación basada en criterios de sostenibilidad, con la utilización de luminarias de bajo consumo.

Además, para favorecer la actividad de las pequeñas embarcaciones pesqueras, se ha dotado la rampa de un pantalán flotante con acceso independiente que facilita la labor diaria de los pescadores, principalmente del sector del marisqueo, que trabaja en pequeñas embarcaciones que anteriormente debían fondearse sobre el fango del borde de la ría.