Deportes

Un aprobado raspado en otro año gris

Cumplido el objetivo de mantener la categoría en una temporada que a la entidad bética le ha salido cara

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  • Análisis -

La campaña para el Betis ha tocado a su fin y como suele ser habitual, es turno del frío análisis y por ende, la toma paulatina de decisiones para volver a estructurar por enésima vez, un proyecto que desde hace años, no deja títere con cabeza.

El ejemplo perfecto, sin duda alguna, es el de esta temporada; cuyo propósito logrado, no ha estado sin embargo eximido de momentos delicados que terminaron derivando en cambios radicales en la manija de los cargos más importantes de la entidad verdiblanca.

Eso es, la presidencia como cúspide, la dirección deportiva y el banquillo; cuyos inquilinos iniciales, han ido cayendo poco a poco, para ser sustituidos por otras nombres que cogieron el testigo para poder sacar adelante el objetivo.

El primero en ser cesado de sus funciones como entrenador del primer equipo fue Pepe Mel, cuya dinámica de resultados y mala relación con los pesos pesados de la plantilla bética, motivaron la marcha del madrileño, que sería reemplazado por Juan Merino y este ahora, por Poyet.

Seguidamente, fue el presidente por entonces, Juan Carlos Ollero, quien presentaría su dimisión, siendo sustituido por Ángel Haro en el cargo que actualmente ocupa.

Justo antes de cerrar el año, Eduardo Macià rubricaría su finiquito para dejar paso a Miguel Torrecilla, completando la revolución total.

 

El Betis se solidariza con el Recreativo

A pesar de que la actual campaña tocará a su fin tras una serie de entrenos semanales a lo largo de estos días; en lo referente a los partidos, los verdiblancos disputarán un último encuentro este viernes contra el Recreativo de Huelva, con vistas a recaudar y ayudar al conjunto onubense en su futuro deportivo.

 

Pelea entre ultras béticos y getafenses

De nuevo, y en una cafetería, como se puede ver en el vídeo, se produjeron altercados entre ultras que empañaron en cierto modo la fiesta que se vivió en el campo, aunque con piques entre ambas aficiones. El hermanamiento con el Sporting quedó patente en la grada del Villamarín, algo que no gustó, lógicamente, en el sector madrileño.

 

Gol Sur vivió su último partido

La mítica grada del estadio Benito Villamarín que durante tanto tiempo ha exhibido una paupérrima imagen; será derruido próximamente durante el mes de junio para dar paso a una nueva zona, mucho más acorde a los nuevos tiempos y las necesidad del aficionado verdiblanco.

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