El jardín de Bomarzo

La TV y el dinero público

Mientras no se ejecute una profunda reforma laboral en la administración pública será imposible salir del atolladero actual. Lo saben todos, pero nadie, o muy pocos, tienen la valentía de reconocerlo en voz alta, y mucho menos de actuar porque, simplemente, hay que soportar el coste electoral.


Como ejemplo, que hay cientos, los medios de comunicación municipales. ¿Qué razón hay en este mundo para que un Ayuntamiento controle y financie dentro de su estructura municipal diferentes medios de comunicación, sean radios o televisiones, cuando esa parcela está perfectamente cubierta desde la iniciativa privada, que en muchos casos no puede sobrevivir por la competencia desleal publicitaria que se hace desde los organismos públicos y, de paso, por los constantes incumplimientos de pago? Porque, recordemos, el dinero público debe cubrir la necesidad pública donde la iniciativa privada no llega.

Entonces, ¿por qué medios de comunicación municipales? Solo por una razón. Esa. Controlar, salir guapo donde, cuando y como el alcalde quiera, para cabreo de la oposición -que cuando le toca gobernar hace lo mismo- e indignación de la ciudadanía que es en realidad quien paga el juguete del político de turno, y son muchos juguetes que, juntos, suman un auténtico pastón. Y esto, como otras cosas, solo se soluciona desde una política global que prohíba que el dinero público se use para este tipo de cosas.

Pero en vez de actuar para mejorar esta situación, se actúa para empeorarla y como caso, el actual lío con las licencias de TDT, donde las públicas, que no deberían existir, no logran ponerse de acuerdo porque suelen ser Ayuntamientos de distinto color, y las privadas directamente se subastan al mejor postor, aunque la ley diga lo contrario, porque no hay economía publicitaria hoy que rentabilice una inversión televisiva local, con lo cual todo debe salir del mismo saco.

Es lamentable, pero políticamente rentable y mientras así sea, así sigue. Y en Andalucía un millón de parados, y las instituciones públicas super-macro-engordadas de personal, y los Policías Locales de Jerez dándose de baja en masa (130 de una tacada el Viernes Santo) para presionar su convenio y diciendo que se van a "hartar" de poner multas -no se puede ser más indigno con el principio ético y estético de su función-, y los ayuntamientos sin pagarles a proveedores que se hunden sin remedio y que son, en definitiva, los que conservan o destruyen empleo, y... Puagg, me voy.

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