Menacho y los Aires difíciles

Publicado: 28/10/2010
 Como ni soy Almudena Grandes ni tengo espacio suficiente, escribiré mi relato corto en cinco capítulos. Y sin dedicatoria, que queda muy pijo.

1. La habilidad que se le presupone al buen surfero es elegir bien la playa y el día, agilidad de cintura para acomodarse con rapidez y estilo sobre la tabla cuando la ola va en crecida y, sobre todo, intuición para colocarse a favor del viento y evitar así que una sacudida inesperada le hunda en la salinidad espumosa del mar. Porque si la ola en su ruptura es grande el riesgo de perecer aumenta, y en ese caso el veterano surfero aplica experiencia para que el viento no le arrastre a la temida oscuridad.
2. En política, surfero es metafóricamente quien siempre sabe colocarse a favor del viento cuando arrecia temporal. Suelen abstenerse en situaciones límites para que ni poniente ni levante le tiren de la tabla. Y, claro, eso al final rechina en las dos corrientes eólicas, que son como los Aires difíciles que relataría mi admirada Almudena Grandes.
3. El presidente Cabañas, que para nada ejecuta un “ajuste de cuentas” porque en ningún caso es un “sicario político”, prescinde de golpe de Blanco como coordinador parlamentario por, aparentemente, organizar un acto a favor de Pilar Sánchez a espaldas de la ejecutiva y, en su nuevo organigrama mental, dibuja la salida del veterano Juan Cornejo como responsable de campaña. Ambos dos se postularon en la ejecutiva provincial en contra del famoso informe contra la candidatura de la alcaldesa de Jerez. Pero, como dice Cabañas, no les tacha por deslealtad. Para nada. Es como cuando cesó a Paco Aido, que fue “solo” por un ajuste presupuestario ante la situación de crisis. O sea.
4. Menacho, en esa misma ejecutiva, se abstuvo –surfing del diez con cabriola incluida sobre una ola de vértigo-. ¿Mamen Sánchez sustituta de Blanco? Me lo expliquen. Quizás recule hacia otro bando tras la tentativa pactada pero fallida de ser candidata en Jerez. Se va a marear con tantas vueltas o, tal vez sea que Alfredo y Pepiño también juegan al mus gaditano.
5. Enroque gaditano. El presidente de la Junta anuncia, al oído, que en Cádiz hará lo ya ejecutado en Jaén y Almería –cerco a Zarrías y Martín Soler- y el grupo renovador aguarda en posición de ataque, pero midiendo los pasos. Griñán amaga y no da, a la vez que alienta a sus huestes para que no decaiga el ánimo porque éstas andan confusas ante la indefinición del mando. En Algeciras se lía y lo de Jerez es, desde todos los puntos de vista, incomible. “Si el regional no actúa habrá bajas”, se temen los renovadores porque los veteranos, aunque sean menos, disparan con bala y a dar: Blanco, Cornejo, Aido, ¿Menacho?... “Aguantad, el presi está en ello”, mientras cambia cromos en Algeciras y aguanta el tipo en Jerez. Total, en toda batalla hay bajas y aquí lo que importa es ganar la guerra, opinan en el bunker de mando sevillano. La tropa de campo en Cádiz parece que no está nada de acuerdo en eso.
Epílogo. En el PP sospechan que todo esto es una trama maliciosa y sutilmente orquestada por esos degenerados del pensamiento político socialista solo con el objetivo de volverles locos, a la vez que analizan los partidos judiciales de Chiclana, El Puerto y Jerez que es donde se juega la Diputación. Sanz hace cuentas mientras saca punta al lapicero y, feliz de haberse conocido, canturrea: “Pepe, tranquilo, lo mato yo, lo mato yo…”.
Fin

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