Artículo de opinión de Quique Pedregal, coordinador de Viva El Puerto
Qué importante son las palabras. Parece que se va generalizando el uso de “Felices Fiestas” en lugar de “Feliz Navidad”. Algunos incluso estamos tan imbuidos de lo que se escucha y se dice, que, en determinados momentos, deseamos a los amigos y conocidos un “Felices Fiestas” como sin pensar.
¿De dónde viene esa moda de desear “Felices Fiestas”? No tengo ni idea, pero una guía de recomendaciones de la Unión Europea en 2021 exponía lo siguiente: “Hay que evitar asumir que todo el mundo es cristiano. No todo el mundo celebra las fiestas navideñas y no todos los cristianos las celebran en las mismas fechas. Hay que ser sensible al hecho de que las personas tienen tradiciones religiosas diferentes”. Obviamente, tras el revuelo causado, se retiró el documento.
La palabra Navidad (dice la RAE) proviene del latín tardío nativĭtas,-tis ‘nacimiento’. Así que lo que hacemos es celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Algunos querrán decir que la Navidad es un periodo de fiestas en la que los niños no tienen colegio y que los amigos y las familias se reúnen a cenar, almorzar, cantar...
Algo grande y especial tendrá la Navidad cuando nos afanamos en estos días por buscar la compañía de los amigos, realizar encuentros familiares y reunirnos sin cesar una y otra vez. Algo grande y especial tendrá la Navidad cuando no nos felicitamos en Halloween o en Carnaval. Algo grande y especial tendrá la Navidad cuando tampoco nos decimos nada especial durante las vacaciones de verano. Algo grande y especial tendrá la Navidad cuando no nos deseamos “Felices fiestas” en Semana Santa o en los días de Feria.
Algo grande y especial tendrá la Navidad cuando, a pesar de las confusiones y los intentos de desacralizar estos días, no son capaces de conseguirlo.
El calendario gira en torno a unas fiestas religiosas que comenzaron con el nacimiento del Niño Jesús. El Niño Jesús nos sigue trayendo -desde hace más de dos mil años- vida, felicidad, alegría, compartir, colaborar, ayudar y recordar a los que ya no están. Aunque solo sea por eso: ¡Feliz Navidad!