La tribuna de El Puerto

Jugando a la ruleta rusa

La realidad política actual refleja el desatino y el despropósito instalado, en una montaña rusa en la que nadie parece abandonar una sinrazón

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Hagan juego que la suerte está echada. Recurrir a la suerte deja en mal lugar a los que creímos por un momento que los cambios siempre son buenos y que lo que aún debe venir, mejoraría lo hecho. Craso error. Por desgracia todo puede empeorar más y más.

Detalles:  el ultimátum lanzado por Izquierda Unida hace dos semanas ha quedado en suspenso ante el giro introducido por recuperar a Levantemos El Puerto, ex socio, para dar consistencia y recuperar la aritmética en las exiguas mociones en la denostada gestión municipal.

El tripartito 2.0 parece ahora ser la solución para un Gobierno maniatado y supeditado al orden de la oposición, la del miércoles, en cuadros ante las bajas con las que contó por la ausencia de concejales.

Los giros del más difícil todavía es el pan nuestro de cada día, en un escenario preocupante y abstracto que se abraza constantemente al absurdo y del que nada tiene que ofrecer y prefiere la particularidad del detalle a dar soluciones a lo verdaderamente importante.

Lacerante es que el Gobierno, por tener la posición de predominio de salir del atolladero, busque ahora la insinuación para reinventarse en el túnel complejo en el que se encamina sin remisión.

De la amenaza de romper un pacto, a apuntalarlo para buscar nuevos aliados a la causa, aunque éstas hayan fracasado. Todo vale para seguir en un bucle descafeinado y pantanoso.

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