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La Guardia Revolucionaria admite que hay división en la sociedad iraní

Los responsables políticos del cuerpo de elite de la Guardia Revolucionaria admitieron ayer que existe una división en la sociedad iraní y que ante la nueva fase que se abre en la Revolución Islámica todo el mundo debe posicionarse.

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Los responsables políticos del cuerpo de elite de la Guardia Revolucionaria admitieron ayer que existe una división en la sociedad iraní y que ante la nueva fase que se abre en la Revolución Islámica todo el mundo debe posicionarse.

“Hoy en día, nadie es imparcial. Hay corrientes: quienes defienden y apoyan la revolución y el régimen, y quienes tratan de derrocarla”, afirmó el general Yadolah Javani, jefe de la oficina política de los guardianes, en alusión a la situación en Irán tras los comicios del 12 de junio en los que fue reelegido el presidente Mahmud Ahmadineyd, entre las protestas de fraude de la oposición.

“Aquellos que perseguían derrotar al régimen cometieron un error de cálculo. Han ignorado que el pueblo está alerta y olvidado el papel que desempeña el líder” supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, detalló el militar, a quien cita la agencia estatal de noticias local Irna.

En este sentido, el general acusó a los líderes de la oposición y a los “provocadores” de tratar de hacer estallar lo que el régimen iraní denomina "revolución de terciopelo".

Por su parte, la Asociación pro reformista de Profesores e Investigadores de Qom expresó ayer sus dudas sobre la legitimidad de la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

En un comunicado divulgado a través de internet, los clérigos argumentan que la postura favorable al presidente adoptada por el Consejo de Guardianes antes de los comicios, le inhabilita para dar un dictamen sobre la limpieza de la votación.

Además, creen que el citado órgano, encargado de validar el proceso electoral- no ha investigado con la imparcialidad requerida las quejas por irregularidades presentadas por los tres candidatos derrotados, y en especial por los reformista Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí.

Musaví, al que los círculos más conservadores del régimen acusan de ser un “agente de Estados Unidos”, volvió a presentar ayer una larga lista de anomalías.

En un comunicado de casi diez páginas colgado en su página web, el candidato derrotado asegura que se imprimieron más de 14 millones de papeletas adicionales, muchas de las cuales carecían de número de serie.

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