Todo está ferpecto

El gran bazar de las maravillas de Cádiz

Pueden comprar cualquier cosa con una docena de clics, pero en la capital hay una oferta de establecimientos maravillosa con personas que aman su trabajo

Publicado: 26/11/2024 ·
10:16
· Actualizado: 26/11/2024 · 15:43
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  • Vista aérea de Cádiz. -
Autor

Daniel Barea

Yo soy curioso hasta decir basta. Mantengo el tipo gracias a una estricta dieta a base de letras

Todo está ferpecto

Blog con artículos una mijita más largos que un tuit, pero entretenidos. Si no se lo parece, dígamelo con un correo

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Ligado a Cádiz prácticamente toda mi vida adulta (y soy ya un veterano adulto), me jacto de conocer los rincones mágicos de la trimilenaria, desde el Río Arillo a La Caleta.

Pero esta ciudad nunca deja de sorprenderme (y recordarme que hay que mirarla, siempre, con ojos nuevos). El lunes, reparé por primera vez en una pequeña tienda en la calle San José atestada de cómics.

El establecimiento, de cuatro metros cuadrados, no más de cinco, dispone de todas novedades editoriales y cuenta con unos fondos que, para los amantes del noveno arte, es el paraíso.

He conocido algún que otro comercio que solo por lo que contiene y la disposición de sus estanterías, caóticas, que invitan a aventurarse entre los anaqueles para encontrar al fin lo que buscabas o descubrir algo que ni tan siquiera podías imaginar, son lugares de peregrinaje obligado. Como uno en Granada donde acabamos llevándonos la única novela que no había leído de David Foster Wallace y dos viejos cedés de Ismael Serrano por un precio irrisorio.

Pero la pequeña tienda de la calle San José de Cádiz está regentada por un hombre apasionado por el cómic, que conoce cada ejemplar que tiene a la venta, que pregunta educadamente, con verdadero interés, por gustos y preferencias para rebuscar y ofrecer justo lo que necesitas.

Huelga decir que el cómic del mes de diciembre (he recuperado recientemente la enriquecedora costumbre de adquirir uno cada 30 días aunque no disfrute de mucho tiempo libre y la economía personal padezca una mala salud de hierro) lo compraré ahí.

Puede resultar más cómodo hacerlo con una docena de clics, en pijama, tumbado en el sofá, pero, egoístamente, la experiencia de conversar con alguien con quien comparto afición es de un valor incalculable en euros.

Además, alguna vez me he preguntado quién demonios gana con todo ese comercio en grandes plataformas. En este caso, sé que gana un tipo que parece buena persona y que, en cualquier caso, necesita ganarse la vida porque, incluso aunque se alimente a base gyozas, chocolate y nicotina (4,29 euros, a partir de 1,08 euroa y 5,10 -Lucky Strike Eclipse, según los precios de mi supermecardo de referencia y cualquier estanco-, respectivamente), la cesta de la compra es cara.

De modo que, permítanme el consejo (aunque aconsejar, como bailar, estar triste, llevar pantalones pitillos o la política me dan mucha vergüenza, propia y ajena). Vuelvan al comercio que frecuentaban antes de la irrupción de la revolución digital, redescubran tiendas o entren por primera vez en la que no conocían, párense a escrutar la mercancía de los escaparates, escuchen a sus dependientes y dependientas, disfruten, en definitiva, del gran bazar de las maravillas que hay en Cádiz. Son fechas propicias, además.

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