Granada cuenta con 3.948 establecimientos industriales, la mayoría de ellos vinculados a la alimentación
Representantes del sector de la industria de Granada se han manifestado este miércoles para reclamar medidas que aseguren la viabilidad de las empresas, especialmente las de las pymes, y la preservación del empleo.
Convocada por la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, la protesta, que se ha desarrollado sin incidentes con la participación de unas 80 personas, según ha indicado a Efe la Policía Local, ha estado encabezada por una pancarta con el lema: "Salvemos nuestra industria. Salvemos Granada".
Granada cuenta con 3.948 establecimientos industriales, la mayoría de ellos vinculados a la alimentación (22,84 %); seguidos de la fabricación de productos metálicos (16,64 %) y el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (13,09 %), mientras que el resto de subsectores representa menos del 10 %.
Estas cifras, según el secretario provincial de este sector de la UGT, Francisco Ruiz Ruano, demuestran que el peso de la industria en la economía de Granada es mínimo: apenas representa un 5,7 % del total de los establecimientos con actividad empresarial en Granada.
Según dice, el peso del sector industrial en la provincia de Granada solo supone un 9,56% del PIB, a mucha distancia del de España (17,59 %), e inferior también al andaluz (12,69 %).
En cuanto al nivel de empleo, la Encuesta de Población Activa cifra en 28.200 los trabajadores del sector al cierre del año pasado, apenas un 8,3 % del total de ocupados de la provincia (342.000).
La industria cerró el año como la segunda actividad con menor nivel en el empleo, sólo con unos 2.000 trabajadores más que la construcción, según el sindicalista, para quien la "frágil" situación del sector se ha debilitado todavía más durante la crisis derivada de la pandemia.
Aunque ha resistido mejor que el resto de los sectores por ser considerada esencial, en la industria se han perdido este año 2.000 puestos de trabajo respecto a 2019.
El sindicato entiende que el cambio de modelo productivo tiene que llegar de un sector que ha ocupado un segundo y tercer plano durante demasiado tiempo.
