Tener estrés en el embarazo aumenta la posibilidad de bebés con autismo u obesidad

Publicado: 18/03/2021
Afecta a la gestante, que también tiene más probabilidad de sufrir diabetes gestacional o depresión posparto
Un estudio de la Universidad de Granada ha comprobado que sufrir altos niveles de estrés durante el embarazo aumenta el riesgo de tener bebés con autismo, obesidad y cólico del lactante, y que afecta a la gestante, que también tiene más probabilidad de sufrir diabetes gestacional o depresión posparto.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha determinado que tener altos niveles de estrés incrementa el riesgo de tener hijos con autismo, obesidad y cólico del lactante.

La investigación, de la que ha informado la Universidad en un comunicado, se ha basado en una amplísima muestra formada por 65 millones de mujeres embarazadas y sus recién nacidos de diferentes países de Europa, Norte de América, Asia y Oceanía.

Para realizarlo, el investigador del departamento de Enfermería Rafael A. Caparrós Gonzalez, entre otros autores, han revisado de forma sistemática y con meta-análisis más de 73.000 estudios.

"El estrés es uno de los mayores tóxicos que pueden afectar a la salud y enfermedad de las personas. Concretamente, durante el embarazo, se ha asociado con diversas consecuencias negativas tanto para la mujer embarazada como para el feto que aún no ha nacido", ha detallado Caparrós.

En este sentido, altos niveles de estrés durante el embarazo se asocian a un mayor riesgo para la mujer, que puede padecer diabetes gestacional, pre-eclampsia o incluso trastornos psicopatológicos como la depresión posparto.

Sobre el feto, ese estrés se ha vinculado a mayor índice de prematuros y bajo peso al nacer, además de otros efectos que pueden perdurar en el recién nacido durante toda su vida.

"Sus consecuencias negativas pueden ir más allá del embarazo y afectar a que un niño o niña se desarrolle con autismo, tenga obesidad a lo largo de su vida o aparezca cólico del lactante", ha señalado el autor principal del estudio.

El investigador ha añadido que el estrés psicológico de la madre durante el embarazo puede atravesar la placenta y alcanzar al feto que está desarrollándose y creciendo en el útero materno.

"Este mecanismo es posible por medio de diferentes vías y todas comienzan por altos niveles de estrés durante el embarazo", ha apuntado Caparrós, que ha dicho que ocurre porque se alteran los niveles de cortisol y de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina, involucrados en el desarrollo.

Además, el estrés psicológico de una mujer embarazada puede influir en las bacterias que de manera normal viven en el intestino materno, lo que afecta a procesos metabólicos como la obesidad. 

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