Dos despidos y una póliza por pagar por la deuda municipal

Publicado: 21/02/2013
La federación de asociaciones Tartessos se enfrenta a un futuro incierto por los incumplimientos del Ayuntamiento, que le debe 90.000 euros
Si hay una frase para explicar la situación de la Federación de Asociaciones de Vecinos Tartessos es que está al borde del abismo, y el motivo lo vienen denunciando desde hace tiempo: los impagos del Ayuntamiento de Huelva.

Así, debido al incumplimiento de los compromisos adquiridos por el Consistorio con el movimiento vecinal, Tartessos decidió suscribir una póliza de crédito con una entidad bancaria, es decir, un préstamo de 120.000 euros, para poder hacer frente a las nóminas y los seguros de las dos trabajadoras de la federación, así como a los gastos que genera la sede.

En agosto de 2012, las dos trabajadoras -que llevan 20 y 18 años en Tartessos- llevaban sin cobrar desde marzo, por lo que la federación decidió aplicar un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) de seis meses con la esperanza de que en ese tiempo el Ayuntamiento abonase parte de la deuda y pudieran reincorporarse a sus funciones.

Sin embargo, el ERTE ha cumplido este mes y ante la falta de pago, Tartessos se ha visto en la encrucijada de tener que despedir a las dos trabajadoras, ya que según ha explicado a Viva Huelva su presidente, Francisco Ruiz, “no podemos pagar sus nóminas”.

Pero la situación es aún más cruda, ya que la póliza de crédito también vence este mes, y de los 120.000 euros, Tartessos ha tenido que hacer uso de 100.000, y una vez vencido el préstamo, no cuenta con liquidez para reembolsar la cantidad al banco, con todas las consecuencias que ello conlleva.

Mientras, el Ayuntamiento responde que “no tiene dinero” para hacer frente a la deuda de 90.000 euros que mantiene con Tartessos, correspondiente a las subvenciones concedidas y aprobadas de 2011 y 2012, una cantidad que solucionaría los problemas primordiales de la federación y le permitiría suscribir otra póliza de crédito.

Consecuencias
Las consecuencias de esta situación son considerables. Por un lado, las dos trabajadoras despedidas van a tener que recurrir a la vía judicial contra Tartessos, ya que, aunque la federación se ha puesto al día con ellas en cuanto a las nóminas pendientes, no puede hacer frente al pago de las indemnizaciones, que tendrán que reclamar en los tribunales.

Por otro lado, el impago del préstamo a la entidad bancaria, más allá de las consecuencias directas con ese banco, los deja atados de pies y manos para solicitar cualquier subvención, ya que “dinero que entre en la cuenta, dinero que se va a llevar en banco”.

Es por este motivo que Tartessos ha tenido que renunciar este mes a una subvención de más de 300.000 euros que le había concedido la Junta de Andalucía para un taller de empleo durante un año que habría dado trabajo a 19 personas: a los 15 alumnos y a los cuatro técnicos encargados de la formación.

Ruiz tiene la impresión de que lo que el Ayuntamiento persigue con estos impagos es “cargarse el movimiento vecinal”, pero advierte que el cierre de Tartessos, “no lo vamos a permitir”.

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