Todos somos culpables de la pérdida de nuestras señas de identidad, ya sean comercios de toda la vida o el concurso más prestigioso de España
Jaén volverá a quedarse sin ‘Lagarto Rock’ una vez más por la miopía de las administraciones que aún no se han enterado que este festival que naciera en 1987, el más longevo de cuantos se celebran en nuestro país, es una de las marcas más reconocidas de nuestra tierra en toda España. Los esfuerzos del Ayuntamiento de Jaén desde su Patronato de Cultura por mantener vivo el Festival de Otoño, algo que alabamos hace unos días desde este mismo espacio, bien podrían recoger también el concurso dentro de su programación. O los esfuerzos que realiza la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía para dotar generosamente a ‘Jaén en julio’ también podrían fijarse en el concurso más famoso de todo el país. Bien es cierto que nunca consiguió convertirse en un festival de masas, pero sí se trata de uno de los más prestigiosos, de donde han salido las mejores bandas que giran o giraron por toda la geografía española. No está Jaén para desperdiciar marcas consolidadas y realmente dice muy poco de la sensibilidad cultural de las administraciones. El año pasado sus promotores, ante las dificultades presupuestarias, volvieron al formato original de concurso provincial, pero este año ni eso. No habrá Lagarto Rock. No queda ya margen para el riesgo empresarial que juega ya obligatoriamente a caballo ganador. No nos engañemos, todos somos culpables de la pérdida de nuestras señas de identidad, sean comercios de toda la vida, o concursos como el Lagarto.
