Jaén se vuelca con una noche de luz y esfuerzo

Publicado: 19/01/2020
La del sábado fue una noche para recordar por una XXXVII Carrera Urbana Internacional Noche de San Antón con tres carreras, 25 lumbres y todo Jaén en la calle
Jaén capital, 18 de enero de 2020, XXXVII Carrera Urbana Internacional ‘Noche de San Antón’ Caja Rural, tres carreras, 25 lumbres y todo Jaén en la calle a pesar de la lluvia, el viento y el frío. Un año más, Jaén vivió el sábado una de las citas más esperadas del calendario, un evento deportivo y social que volvió a movilizar a miles de personas, no sólo corredores, sino jiennenses y visitantes que se echaron a la calle para participar de un día de fiesta.

A las 17:30 horas se dio el pistoletazo de salida de la carrera infantil, con dos mil menores y algunos adultos acompañándoles, que lo dieron todo durante los cuatro kilómetros de recorrido. La prueba reunió a numerosos animadores, que aplaudieron el esfuerzo de todos.

Como novedad, los atletas de élite compitieron por separado de los adultos, dando las primeras zancadas a las 19 horas.

Los corredores se vieron arropados por miles de personas, que encendieron las antorchas y dieron calor a los atletas, que, por primera vez, han puntuado en la que ya es una carrera de 10 kilómetros homologada por la Real Federación Española de Atletismo.

Si es un espectáculo ver a los profesionales, no lo es menos asistir al pistoletazo de salida de la carrera popular, para las que se habían inscrito 14.000 personas, batiendo así un nuevo récord. La salida por cajones agilizó el acceso de los corredores y el desarrollo de la carrera a lo largo del recorrido.

Cuatro cajones dividieron a los participantes, que salieron con un minuto de diferencia. En la salida, explosión de energía, ilusión, ganas y esfuerzo de los participantes, que tomaron el Gran Eje en busca de momentos que se auguraban duros por las condiciones meteorológicas. Una batucada antes de la llegada al ‘emblemático’ paso subterráneo, dio fuerzas a los corredores para buscar la subida de la Avenida de Madrid.

Este año, partida en dos, por el desvío hacia Virgen de la Cabeza, Fermín Palma y calle Baeza, para volverla a subir y buscar la bajada por la Avenida de Granada. En todos los puntos del recorrido hubo jiennenses animando.

El calor de las antorchas, el encendido del alumbrado navideño y el olor a fuego de las lumbres ya encendidas, hicieron de la del sábado, una noche llena de luz.

La llegada a La Alameda estrechó el paso, más recogido, y comenzó a complicarse en la subida por Los Escuderos, aunque más ágil que años anteriores. Es uno de los puntos con mayor cambio de ritmo. A partir de ahí, comienza la mitad del recorrido.

El avituallamiento de agua establecido en la calle Carrera de Jesús dejó centenares de botellas tiradas en el suelo, una situación que provocó tropiezos y entorpeció el ritmo de los corredores. La llegada a la plaza de Santa María fue una de las más aplaudidas. Quienes esperaban abrigados y con el paraguas abierto, no dudaron en alentar con vítores a quienes iban llegando. Ver la Catedral despertó el orgullo de los jiennenses que corrían y emocionó a corredores que se la descubrieron en su camino.

Comenzaba la ‘cuesta abajo’, pero el cansancio se iba notando. Por eso, la llegada al Gran Eje, después del interminable paso por el barrio de Santa Isabel y la zona del hospital, se convierte en uno de los momentos más aplaudidos. El ánimo no decae.

A pesar del agotamiento, pues la prueba es complicada por la orografía de la ciudad, los corredores sacaron fuerzas y afrontaron la recta final con ganas de celebración. La meta estaba cerca. Terminaron la prueba 9.018 personas, en un tiempo máximo de una hora y cuarenta y tres segundos.

Para reponer fuerzas, la ciudad encendió 25 lumbres, donde se degustaron carnes, rosetas y vino; donde la convivencia fue el plato fuerte de un sábado que culminó días de fiesta por San Antón.

La del sábado se celebró como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

 

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