Los agricultores valoran las pérdidas en cerca de un millón de kilos de fruta
Si hace poco era el sector naranjero el que hacían balance de las pérdidas ocasionadas por el temporal de lluvia y viento que ha azotado en las últimas semanas al Campo de Gibraltar, ahora son los productores de aguacates los que se lamentan por los daños ocasionados en sus plantaciones por las inclemencias climáticas.
El portavoz de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en el Campo de Gibraltar, Juan Salido, cifró ayer las pérdidas en torno al 50% de la producción de aguacates en el Campo de Gibraltar, como consecuencia de las heladas que se están cebando en los últimos días con el campo de la comarca, y que el pasado fin de semana llegaron a los cuatro grados bajo cero en Castellar.
Estas pérdidas se acercan al millón de kilos de frutas, en las plantaciones de aguacates existentes en los municipios de Los Barrios, San Roque, Jimena y Castellar, donde el total de la producción se extiende en una superficie de unas 200 hectáreas.
Salido explicaba que existen procedimientos para prevenir el impacto de las bajas temperaturas en los cultivos, tales como la aplicación de generadores de aire o el sistema de riego por aspersión en el mismo momento en el que se produce la helada sobre los cultivos.
Sin embargo, estos sistemas tienen unos costes muy elevados, y los agricultores de la zona no los pueden asumir sin la inversión necesaria, por lo que asisten impotentes a los efectos irreparables que el frío ocasiona en la fruta.
En concreto, la bajada extrema de las temperaturas tiene un efecto directo sobre el aguacate, que se quema, quedando inutilizable para su comercialización. Esta situación no es nueva para los productores de aguacate del Campo de Gibraltar, que ya asistieron en el año 2005 a un temporal de frío que quemó también una buena parte de sus cultivos, generando importantes pérdidas económicas.
Otros daños en Jimena
Las primeras estimaciones del Ayuntamiento de Jimena sobre los efectos del temporal apuntan a daños en infraestructuras de prácticamente todo el término municipal por valor de más de tres millones de euros.
Los caminos, carriles y vías pecuarias de todo el término municipal se han llevado la peor parte, habiéndose registrado el reblandecimiento de del firme en los caminos no asfaltados y la aparición de baches en los que si estaban asfaltados.
Los desbordamientos, las escorrentías, y las invasiones de lodos de las tierras colindantes han motivado que muchos de ellos se encuentren prácticamente intransitables, estimándose unos daños económicos superiores a los 680.000 euros.
En cualquier caso, existen zonas que aún permanecen anegadas, por lo que no se ha podido ni siquiera realizar una valoración de daños aún. Los edificios públicos y municipales tampoco se han librado de las inclemencias meteorológicas, habiéndose detectado daños por filtraciones de agua y corrimiento de lodos. Uno de los edificios afectados es el Castillo, donde uno de los lienzos de la muralla del Arco del Reloj amenaza con desmoronarse.
