Jerez

La tortuga boba: amenazas a una de las especias más antiguas

A pesar de ser uno de los animales que mejor ha sobrevivido a lo largo de la historia natural, la tortuga boba se encuentra en peligro debido a las distintas amenazas a las que debe sobreponerse, entre ellas las antropogénicas.

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  • La tortuga boba es una especie cosmopolita que puede encontrarse a lo largo del planeta. -
Si tratamos de imaginar nuestro planeta hace 150 millones de años, nos vendría a la mente cualquier imagen propia de una película de Spielberg. Sin embargo, a más de uno le sorprendería saber que existen seres vivos que acompañan a La Tierra desde aquel entonces. Es el caso de las tortugas marinas, es de los pocos reptiles adaptados a la vida en el mar.

La tortuga boba (caretta caretta) es una especie cosmopolita, que se puede encontrar en todo el planeta, desde Río de la Plata (Argentina) hasta Murmansk (Federación Rusa, 70º N). Muestra una tendencia de distribución antitropical (variante bioclimática tropical, prácticamente restringida a la cintura ecuatorial y a ciertos territorios adyacentes). Realizan una de las migraciones más asombrosas y también enigmáticas del reino animal, alternando la visita a las colonias de reproducción y playas de cría, con largas estancias en la zona de alimentación. Después de la eclosión de los huevos, las pequeñas tortugas se adentran en el mar y nadan buscando las corrientes marinas.

Los individuos adultos no suelen superar los 100 centímetros de caparazón (que representa el 80% de la longitud total) y suelen pesar unos 90 kilogramos, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 400 kilos. Anidan en zonas tropicales y subtropicales (Atlántico, Índico, Pacífico y Mediterráneo) y pueden llegar a poner la asombrosa cantidad de 100 huevos.

Prácticamente, es la única tortuga que llega a nuestras costas; siendo la tortuga boba, la especie más frecuente en aguas del Mar Mediterráneo. Es carnívora durante toda su vida; su alimentación se basa en moluscos, medusas y esponjas.

Especie amenazada
A pesar del esfuerzo de la comunidad científica y de las organizaciones para la conservación de las tortugas marinas, en la actualidad, esta especie se encuentra amenazada a lo largo de su rango de distribución.
Las poblaciones de tortugas marinas están en declive debido a la compleja combinación de amenazas que les afectan a lo largo de todo su ciclo biológico. En el Mediterráneo, las poblaciones sufrieron en el pasado una regresión masiva debido a una intensa explotación comercial (1930-1983). El estado de conservación de las tortugas marinas ha empeorado en la actualidad debido a la pérdida o deterioro de su hábitat, captura incidental en pesquerías (by-catch), contaminación marina y otras causas.

Las causas de regresión que afectan a las tortugas marinas pueden clasificarse según si ocurren en las playas de nidificación (donde las tortugas salen a poner huevos) o en el medio marino.

Las principales causas de regresión en las playas de nidificación son la recolección de huevos, aumento de la presencia humana en las playas, pérdida o degradación del hábitat (el aumento del nivel del mar debido al cambio climático podría dejar sumergidas zonas de nidificación).

Las tortugas marinas en el Mar Mediterráneo se ven afectadas por procesos naturales como enfermedades, parásitos, desastres naturales y degradación del medio. Sin embargo, las causas que más amenazan a estos animales son de origen antropogénico.

Las principales causas de regresión en el medio marino son la contaminación (vertidos, sustancias tóxicas,etc); la acumulación de residuos sólidos (plásticos, artes de pesca, etc), que las tortugas pueden ingerir o quedar enmalladas, llegando a provocar lesiones importantes o incluso la muerte; el tráfico marítimo (colisión con embarcaciones); la captura para consumo humano por parte de algunas comunidades y la interacción con pesquerías (captura accidental, no intencionada, de tortugas marinas en artes de palangre, arrastre, redes de deriva, etc).

Es propio de nuestra condición humana actuar de modo inteligente, pensando no sólo en el bien inmediato, si no en la riqueza futura. Actuando de forma responsable no privaremos a las generaciones próximas de disfrutar de todas las especies que nos acompañan en este maravilloso viaje, la vida.

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