Las 63 trabajadoras de FCC encerradas en el Palacio de Gobernadores tenían previsto pasar ayer su segunda noche de cautiverio ya que las reuniones mantenidas ayer fracasaron estrepitosamente.

Las empleadas de la limpieza de colegios y locales municipales exigen el pago de sus nóminas, la paga extra y además la readmisión de dos compañeras que han sido despedidas.

La primera noche de encierro, la noche del lunes, fue en palabras de Manuel Andrades, secretario comarcal de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, “horrible; durante esa noche se cerró el acceso al edificio, impidiendo así que entraran víveres tales como bocadillos o agua mineral que consiguieron introducir las empleadas gracias a una cuerda a través de la fachada”.

Además, Andrades señala que “por la noche se les cortó el agua”, acto que considera “inhumano e inmoral”. “Más que encerrados estamos secuestrados por parte del alcalde” señaló.

Por su parte, el secretario de la FSP de UGT en San Roque, Manuel Heredia, que permanece encerrado con las trabajadoras indicó que una de las trabajadoras enfermó y tuvo que ser trasladada al centro de salud y que otra de ellas comenzó a sufrir determinados síntomas debido a un tratamiento que la señora sigue y que al pedir a los policías que la llevaran a su casa a por la medicación, éstos le contestaron que solo podrían llevarla a un centro de salud, pero que en ningún caso a su domicilio.

Reuniones fallidas
Durante el día de ayer el alcalde de San Roque, Fernando Palma, se reunió primero con tres de las trabajadoras de FCC y los representantes sindicales; y de la cita en lugar de soluciones salieron más enemistades ya que hubo desacuerdo total e incluos malas formas.

La segunda reunión la mantuvo Palma con directivos de FCC, con los que se comprometió a llevar al próximo Pleno municipal varios asuntos que podrían desbloquear el problema.

En la reunión mantenida con las trabajadoras y los sindicalistas el alcalde acusó a los representantes sindicales de una “actitud insultante que les han trasladado a los medios de comunicación”; Palma acusó a los sindicalistas de descalificarle con palabras como “chulo y fascista”, e incluso de descalificarle personalmente en su vida privada.
Tras la fallida reunión con el alcalde, las trabajadoras y los representantes sindicales encerrados en el Palacio de Gobernadores señalaron que no cesarán en su protesta hasta conseguir sus exigencias.

A la decisión del alcalde de llevar al próximo Pleno municipal este asunto los sindicatos reaccionaron bien, no obstante permanecerán encerrados hasta que se sepa la fecha del Pleno y las conclusiones.

Críticas de Ruiz Boix
Por su parte, el portavoz del grupo municipal del PSOE, Juan Carlos Ruiz Boix, recriminó la actitud de Palma ayer con las trabajadoras, “a quienes tuvo la frivolidad de insultar llamándolas pobres desgraciadas, demostrando su talante antidemocrático, causando indignación y el llanto en las trabajadoras”. “Son unas mujeres que cobran unos 600 euros mensuales y se las debe tratar con respeto, porque sólo piden el dinero que les corresponde por su trabajo”.
Ruiz Boix recordó que su grupo “se ha puesto a disposición” del alcalde “para resolver los problemas y para que los empleados de las empresas concesionarias cobren igual que el resto de los funcionarios, pero hasta ahora hemos obtenido la misma disposición que Palma ha demostrado con estas trabajadoras”.

Por tanto, recomendó al primer edil que “azote a la oposición, pero no a las empleadas de los servicios municipales”, concluyó.

Opinión de los sindicatos
Según UGT, el encuentro comenzó con la intención de pedir al alcalde información sobre cómo estaba la situación y los pasos seguidos hasta la fecha para solucionar el problema.
Pero, según los sindicalistas, “el alcalde sanroqueño se limitó a comentar la grave y delicada situación económica del Ayuntamiento local calificándolo como de arruinado y a lanzar improperios desde un victimismo teatrero echando en cara a la UGT el tener mala educación o que los sindicalistas le han insultado en prensa hasta tal punto de poner fin a la reunión, sin aportar más información sobre el conflicto y acusando a los sindicatos de utilizar políticamente a las trabajadoras a las que calificó de pobres desgraciadas”.

“Con estas actuaciones -dice UGT- no se hace más que poner en evidencias las diferencias entre los sindicatos y el ayuntamiento”.

La propuesta del alcalde
El alcalde Fernando Palma se comprometió con la empresa FCC a llevar al próximo Pleno del Ayuntamiento varios puntos para su aprobación, si corresponde.

En primer lugar, el reconocimiento de facturas pendientes por trabajos realizados por la citada empresa en el Edificio Diego Salinas por asuntos de urgencia y el reconocimiento de la revisión de precios de los ejercicios 2009 y 2010 aprobados en su día en sesión plenaria por el anterior Equipo de Gobierno.

Y también, el alcalde se comprometió a incluir como punto en el orden del día para el próximo pleno la revisión del contrato que el Consistorio mantiene con FCC para adecuarlo a la realidad y necesidades actuales.

Programación suspendida
A consecuencia de este encierro y las crispaciones entre el Ayuntamiento y las empleadas se ha procedido por parte del consistorio a suspender la programación organizada en el Palacio de Gobernadores que incluía unos ciclos de cine clásico y un concierto.

Según UGT la actitud del señor Palma ha quedado demostrada con sus actos después de que ordenara la clausura del Palacio de Los Gobernadores, centro público y abierto con la sede de la Fundación Municipal de Cultura Luis Ortega Brú, al objeto de acabar con el encierro.

UGT rechazó de manera unánime este tipo de actitudes “contra unas trabajadoras que lo único que están haciendo es reivindicar un salario no cobrado”.