Jerez

“No somos un reclamo sexual, ni un objeto; somos mujeres trabajadoras"

Azafatas del Gran Premio aseguran estar “dolidas” por cómo se ha planteado la propuesta de Ganemos para acabar con el rol de 'mujeres objeto' en el Circuito

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  • Lucía Amoroso (la segundo por la derecha). -
  • “Nadie nos exige un determinado atuendo si no estamos de acuerdo”, señala Lucía Amoroso

“Estamos bastante dolidas, no por el tema de esta propuesta, sino por la forma en la que se ha planteado. No somos un  ‘reclamo sexual’, ni hacemos prácticas que contribuyen a la difusión de una ‘imagen hipersexualizada asociada a un tipo de belleza’; trabajamos en un evento deportivo por circunstancias propias a cada una de nosotros”. Son palabras de Lucía Amoroso, azafata de vuelo que compagina  su trabajo de tripulante de cabina con su participación en eventos como el Gran Premio de España de Motociclismo, para el que presta su imagen. Asegura que su sentir es también el de compañeras a las que considera como “hermanas” y que no ocultan su malestar por los términos que se han planteado en la propuesta aprobada por el Pleno de Jerez para instar a Dorna  a que en el Circuito “no se utilice el cuerpo de la mujer como adorno”. Términos como “reclamo sexual”, “imagen hipersexualizada”, utilizados aquí por Lucía son a los que recurrieron los políticos para defender sus argumentos antes de votar  la propuesta de Ganemos, que salió adelante con el apoyo del PSOE e  IU y la abstención del PP y C’s.


A una semana para el Mundial, la vista está puesta ahora en este debate, si bien la alcaldesa ya ha avisado de que este “no es un tema del Circuito de Jerez”. En cualquier caso, y por alusiones, este periódico ha conversado con algunas de las azafatas que prestan su imagen a este evento, como es el caso de esta joven portuense. “No somos ninguna mujer florero. Somos mujeres trabajadoras, con decisiones claras, con trabajo, estudios, idioma, educación y mucho respeto, mujeres, sí, no objetos. Nadie nos exige un determinado atuendo si nosotras no damos ese consentimiento. Nadie atenta contra nuestra dignidad y libertad, nosotras decidimos si queremos trabajar o no”. ¿Acaso alguien ha venido a hablar con alguna de nosotras?Y si en algún momento lo han hecho; ¿por qué no han ido a acompañar a esas chicas que se han sentido así a denunciar esos “abusos” en Fiscalía?

“Está muy bien pagado”
Lucía tiene 21 años, es natural de El Puerto, pero vive en Barcelona, donde trabaja para una compañía aérea y reconoce que nunca se ha visto en la tesitura de negarse a ponerse un determinado uniforme más atrevido de la cuenta de alguna firma. “Las empresas con las que he trabajado no han dado pie a ello; si en algún momento esto hubiese ocurrido, soy la primera en comunicar la situación y estoy segura que se buscaría una solución”.


Su experiencia hasta ahora es más que positiva. “Trabajamos con empresas que se hacen cargo de nosotras para que no nos falte nada . Nos cuidan desde el primer al último día”.
Miriam Muñoz, es higienista dental y hace unos años estuvo en la línea de salida como ‘paragüera’, como así se ha popularizado a las chicas de los paddock que aparecen junto a los pilotos minutos antes de correr. Tal y como explica a este medio, su experiencia fue “espectacular” porque “no todo el mundo tiene el privilegio de estar en la parrilla de salida de un campeonato tan importante, y económicamente está muy bien pagado”. No obstante, si bien no está de acuerdo con que las ‘paragüeras’ como tal desaparezcan, sí es partidaria de que su función la haga “cualquier chica”. “No veo que sea necesario que sean modelos; me parece absurdo que para ponerle un paraguas a un profesional del motociclismo se necesite una chica guapa delgada, alta y vestida sexy, entiendo que se hace así por estética pero creo que deberían ser menos estrictos”.


Tocando el tema de los uniformes, admite que, quizás debido a que profesionalmente no se dedica al mundo de la moda, sí pudo sentirse “algo incómoda porque no estoy acostumbrada al tema foto y demás”. En cualquier caso, al margen de que la vestimenta de algunas marcas patrocinadoras sea “demasiado atrevida”, lo cual “se debería cambiar”, también reconoce que “ninguna vamos obligada” y que “la mayoría son chicas modelos que están acostumbradas a eso”.


Con casi una década seleccionando y formando azafatas para eventos  como, Vinoble, Circuito de Jerez o Feria del Caballo, la empresa jerezana ABM Eventos también tiene mucho que decir en este debate de la “cosificación” de la mujer en el Circuito. Su directora, Ana Belén Morillo, no oculta la “preocupación” que les han trasladado las chicas que trabajan para su agencia el fin de semana del GP a partir de los 18 años y entre las que también hay madres. Tal y como señala, son días que “están muy bien pagados” y por los que obtienen un ingreso “extra” para “pagarse el carné de conducir, los estudios” o lo que precisen. Por ello, pide respeto para este colectivo. “Al igual que se respeta a las mujeres que trabajan como empresarias, en este caso el que tengan un físico maravilloso es también una característica para ganarse la vida; ser azafata de imagen es un trabajo bastante digno. Cuido mucho a mis chicas”, señala, tras recordar que el Gran Premio le deja “mucho dinero” en un fin de semana a Jerez, una de las ciudades “con más paro de España”.

Entre 400 y 500 euros en un fin de semana

Si bien cada empresa estima el precio oportuno y este depende del número de horas contratadas, el evento y el patrocinador en cuestión, en el caso del Circuito de Jerez, según las fuentes consultadas, las azafatas que están en la parrilla de salida junto a los pilotos o en los podios pueden ganar en dos días entre 400 y 500 euros.

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