La planta baja podría destinarse a centro de día, además de acoger la administración
El nuevo centro que construye la congregación de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca estará dirigido a personas en riesgo de exclusión social, según lo ha concretado el superior general de la orden y su consejo.
El hermano Isidoro aseguró ayer a este diario que, la nueva casa de Cruz Blanca estará concluida “a comienzos del próximo mes de diciembre”. Será entonces, añadió, “cuando se establezca que usos se dará a la planta baja del edificio, donde en un principio se albergará la zona de administración pero el resto de las dependencias se estudiará si se destina a centro de día, con comedor incluido” para estas personas.
De ser así, según destacó el fraile franciscano, “entrarían a las 8.00 horas y podrían estar hasta las 17.00 horas de la tarde, pero este extremo está aún por concretar por parte del superior general de la orden y su consejo”.
Más de tres millones
En cualquier caso, el hermano Isidoro puso de manifiesto que, el destino que se dará al nuevo centro “no cambiará sus características iniciales”, dado que “se mantendrá la misma distribución establecida inicialmente”.
Aunque reconoce que es “difícil cuantificar” la totalidad de la inversión del Centro de Emergencias, el hermano franciscano considera que el total de la inversión “superará los tres millones de euros, sin contar el equipamiento, aunque para las camas, los armarios, las mesillas y los colchones y la cocina Caja Madrid nos ha concedido 30.000 euros”.
Al margen de dicha cantidad, la financiación de este proyecto, según destacó el hermano Isidoro, “ha partido de donaciones por parte de personas privadas y empresas de fuera de la comarca del Campo de Gibraltar”.
El centro tendrá una capacidad para 15 personas internas, al margen de los servicios de día que ofrecerá y de los servicios de comedor o aportación de billetes a los transeúntes.
Las nuevas instalaciones contarán con una planta baja y cuatro pisos “en las que se distribuirán los distintos servicios, que estarán totalmente independientes unos de otros”.
Aunque el franciscano reconoce que “siempre habrá necesidades de esta índole social y sabemos que no podremos cubrirlas todas, consideramos que podremos hacer frente a algunas de ellas, dado que en la ciudad no existe ningún tipo de albergue” de estas características.
