Noticias falsas

Nekrassov’, la única obra teatral en clave de comedia que escribió Jean-Paul Sartre, es una extraordinaria, honda, deslumbrante, y devastadora reflexión sobre la ética. Una obra teatral inteligente y riquísima, con unas ideas que alumbran y acompañan a la acción, con frases de impacto, una detrás de otra, algunas llenas de existencialismo: “La vida es como un teatro en llamas; todo el mundo busca la salida y nadie la encuentra”. ‘Nekrassov’, escrito en 1955, es uno de esos textos colosales que cualquier actor sueña con interpretar algún día.z. La obra, estrenada en el Teatro de La Abadía de Madrid, presenta a un astuto estafador profesional, que se hace pasar por un destacado ministro soviético, Nekrassov, que ha cruzado el Telón de Acero huyendo del régimen de la URSS, con la mente cargada de secretos. Sartre escribió esta pieza que, por casusas difíciles de entender, ha pasado muy desapercibida, durante la Guerra Fría. El diario anticomunista ‘Soir à Paris’ encuentra en las confesiones del supuesto Nekrassov un filón para incrementar las ventas, porque la página cinco del rotativo, dedicada desde hace años a la invención de noticias dañinas para el comunismo, ha entrado en una espiral de decadencia y con ella, su autor, el periodista Sibilot, interpretado de manera magnífica por el actor José Luis Alcobendas. “Mañana lanzo una campaña contra el Partido Comunista. Necesito verlos de rodillas de aquí a 15 días”, dirá el director del periódico. La obra, pues, significa también una extraordinaria reflexión sobre lo que actualmente se ha dado en llamar las ‘fake news’. Sibilot es un periodista honrado al que el mandato de manipular noticias ha herido profesional y, sobre todo, personalmente. “Me avergüenza ser hombre”, llegará a exclamar. Pero cuando vive su época de oro se instalará cómodamente en la mentira. Sartre nunca fue optimista sobre la condición humana. Este inteligente, atractivo y brillante espectáculo ha sido dirigido por Dam Jemmett, prestigioso director inglés que reside habitualmente en París. Dam Jemmett ha llenado ‘Nekrassov’ de agilidad, música y talento, y de una poesía que rima perfectamente con la inteligencia. Hay hallazgos destacados, como la escena de la discusión en busca de la noticia/mentira para la edición del día siguiente. Cualquier cosa en busca de que el periódico no parezca “tibio”. Inmenso, siempre, Jean-Paul Sartre. n

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Luis Eduardo Siles

La escritura perpetua