Para volar

'Carmen y Lola’ es una sensacional historia de amor, un ‘Romeo y Julieta’, salvo que sin Romeo y con dos julietas, y sin la ampulosa corte de reyes y princesas que describía en sus obras William Shakespeare, porque ‘Carmen y Lola’ es la historia de dos julietas adolescentes, ataviadas con camisetas sin marca compradas en el mercadillo de la UVA. ‘Carmen y Lola’ es también una atmósfera: la de las calles de la UVA –un barrio del extrarradio ‘madriles’-, la de una torre extraña y de construcción inexplicable desde la que hace lustros no suenan campanas –porque es de una iglesia-, la del vocerío y la vitalidad a precio rebajado del mercadillo de los domingos. De ‘Carmen y Lola’ se ha escrito que “describe un universo en el que reina con incontestable naturalidad y antigüedad el machismo, en el que soñar es arduo y es imposible cambiar las normas tribales”. ‘Carmen y Lola’, primera película de la directora Arantxa Echevarría, estrenada el primer viernes del pasado septiembre, tuvo ocho nominaciones en la última edición de los premios Goya, y finalmente logró dos estatuillas, para Carolina Yuste como mejor actriz de reparto, y para Arantxa Echevarría, como mejor dirección novel. La película se sigue proyectando en algunas salas de Madrid, y es motivo de coloquios, como el organizado el viernes por Juan J. Mancha, en el que brilló la sabiduría del crítico cinematográfico Boquerini. El barrio de la UVA de Hortaleza ha aparecido en varias películas, en las que generalmente los directores lo han reflejado, podríamos decir, como el último reducto de la frustración. Incluso en ‘Carmen y Lola’ una de las protagonistas le dice a la otra: “Tú tienes los suficientes cojones como para salir de aquí”. Pero Arantxa Echevarría ha evitado reflejar la UVA como un lugar absolutamente crepuscular. Es la valentía y la obstinación las que pueden torcer un destino sombrío. El día que esta cinta se proyectó en el Festival de Cannes, la actriz Zaira Morales, una de las protagonistas, afirmó: “Aquella noche nos sentimos como Penélope Cruz”. Porque ‘Carmen y Lola’ abre brillantemente la puerta a lo que decía el título de una remota novela de Francisco Umbral: ‘Si hubiéramos sabido que el amor era eso’. Lo afirma una de las protagonistas: “Es que puestos a no poder, las gitanas no podemos ni tener sueños”. A las protagonistas, sin embargo, les espera la libertad. El amor. Aunque Boquerini lo advirtió en el coloquio. “El cine es mentira”.

Para volar

Luis Eduardo Siles

La escritura perpetua