El regreso mañana jueves del fútbol significa la evidencia de la vuelta a la ‘nueva normalidad’, porque ya está aquí otra vez la rutina de la emoción de los goles. Y a todo esto Germán ‘El Mono’ Burgos, segundo entrenador del Atlético de Madrid desde enero de 2011, anuncia que se marcha del equipo rojiblanco. ‘El Mono’ fue en su día un cancerbero con carisma. Nunca formó parte del núcleo de los mejores porteros de la historia del Atlético, al que pertenecen Medinabeytia, Rodri, Reina, Abel o Molina, por ejemplo, pero ‘El Mono’, al que los colchoneros ficharon cuando militaban en Segunda División, está envuelto en una especie de glamour de rock and roll, porque, además, cuando se retiró del fútbol activo lideró una banda de rock. Burgos es, pues, un rockero de extrarradio y por eso conecta directamente con la grada.
El periodista Santiago Segurola ha escrito: “Burgos ha decidido emprender su carrera como primer entrenador. Una sensación de vacío se instalará en los próximos meses, y no solo para los aficionados del Atlético”. Porque Simeone y Burgos han hecho mucho paisaje en el fútbol español. ‘El Mono’ ha ido diluyendo con el paso del tiempo cierto perfil de profesional rudo que lo perseguía. Por algunas cosas. Como lo ocurrido durante un derbi de 2012 frente al Real Madrid, en el que respondió así a las reiteradas provocaciones desde el banquillo por parte de José Mourinho: “Oye, que yo no soy Tito Vilanova, que yo te parto la cabeza ahora mismo”. Nunca se conocerá qué porcentaje de los éxitos del Atlético en esta década se deben exclusivamente a Germán Burgos, porque la labor del segundo entrenador es un misterio. En todos los equipos. ‘El Mono’, cuando ha sustituido a Simeone en la banda, se ha mostrado menos gesticulante y menos dado al espectáculo de emotividad latinoché. Y, ante los micrófonos de los periodistas, Burgos recurre a frases cortas, explicativas y, en ocasiones, llenas de sentido del humor. Simeone es un predicador y Burgos, ya está dicho, un rockero. La pasada semana manifestó: “Yo soy un perseguidor de sueños”. Y hace once años, cuando entrenaba al Carabanchel, conjunto madrileño de Tercera División, una periodista le preguntó durante una entrevista: “Defínase como hombre”. Y Germán Burgos respondió: “Yo soy un hombre común”. Y añadió: “Común camión”.
