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La ampliación del tranvía: un fracaso evitable

Alejandro Cuetos Menéndez, de Ecologistas en Acción Sevilla, nos habla del proyecto de ampliación del tranvía

Publicado: 08/07/2020 ·
11:37
· Actualizado: 08/07/2020 · 11:37
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El procedimiento de Calificación Ambiental de la ampliación del Metrocentro ha servido para revisar de nuevo el proyecto que pretende llevar el tranvía a Nervión, y recuperar el debate sobre su conveniencia.  Y la conclusión a la que se llega después de esta re-lectura es que el proyecto, tal y como está planteado, es un proyecto que nace fracasado desde su concepción. Y además no es inevitable.


Aclaremos, la idea de un medio de transporte público de alta capacidad en plataforma reservada (y segregada) por las calles de Nervión, es una buena idea. Y la extensión de esta idea a otras zonas de la ciudad es urgente, si realmente pretende alcanzar un escenario de movilidad sostenible en el área metropolitana de Sevilla. Pero no es inevitable que esa buena idea se concrete en un desastre como el que nos quiere colocar, sí o sí, el alcalde de la ciudad, Juan Espadas. No es inevitable cortar 128 árboles, no es inevitable un costoso túnel para enlazar Ramón y Cajal con San Francisco Javier, no es inevitable hacer de las calles que va a atravesar el tranvía más inhóspitas para el peatón, creando una barrera que dificulte aún más la conectividad transversal.


Y si todo esto va a ocurrir es porque el Ayuntamiento ha optado a toda costa por no reducir el espacio destinado al tráfico, y por no interferir en el tránsito de coches. Sólo así se explica que no se reduzcan el número de carriles destinados al tráfico en las calles por las que circulará el tranvía, teniendo que eliminar todos los árboles de la mediana central para hacerle hueco al tranvía. Y sólo por ese motivo se entiende que se persevere en la idea del túnel que llevará el tranvía desde Ramón y Cajal a San Francisco Javier, que sólo se me ocurre catalogar como ocurrencia.


Y en este intento por no molestar al tráfico está el fracaso de principio de esta ampliación. Se pretende construir un medio de transporte público de alta capacidad, y muy caro, que no va a reducir el tráfico en las calles por las que circula. De hecho, según la información del proyecto elaborada por la consultora contratada por el Ayuntamiento, lo previsible es que el número de coches en Ramón y Cajal, San Francisco Javier, Luis de Morales y Kansas City aumente. Y con ello las emisiones de CO2, o la contaminación en la zona.


Es decir, ¿nos vamos a gastar 31 millones de euros, talando 126 árboles , para construir un medio de transporte público... para que aumente el tráfico? ¿para ampliar un medio de transporte que en la actualidad es deficitario de viajeros y que tendría que multiplicar por 10 su uso para que empezara a compensar económicamente? Si llamarlo estúpido es un poco fuerte, déjenme por lo menos remarcar que la ampliación del tranvía será un fracaso desde antes de empezar a funcionar.


Pero no es inevitable. Hay alternativas que serían mucho más económicas, y tendrían un impacto para esa zona de la ciudad. La alternativa pasa por implementar en las calles por las que se pretende que circule la ampliación, y en otras de la ciudad, líneas de autobús de tránsito rápido en plataforma reservada, con prioridad semafórica en los cruces. Es decir, urbanísticamente sería una obra muy similar a la del tranvía, pero se ahorraría el tendido de vías, y el material móvil sería más económico. Estas plataformas reservadas se deben construir en el espacio destinado actualmente al tráfico rodado, reduciendo el número de carriles. La mediana central con su arboleda podría ser el núcleo de un bulevar ajardinado destinado al tránsito peatonal y disfrute de vecinos y vecinas, incluyendo el equipamiento necesario. De esta forma se ampliaría la zona dedicada al peatón, con diseño de itinerarios peatonales y servicios para el viandante y el vecindario, como bancos, arbolado para sombra, zonas de juegos, etc. Y, desde luego, reservando espacio para el carril bici y el transporte público.


Parece fácil, pero Juan Espadas parece apostar por un proyecto nocivo, evitable y fracasado. Como fracasado ha sido la totalidad de su mandato al frente de la ciudad de Sevilla en temas de movilidad.

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