El grupo madrileño ‘Vetusta Morla’ inauguró en la noche del sábado el ciclo Música Joven organizado por la Delegación de Cultura y Fiestas. El público justificó la ubicación del escenario en un recinto más amplio.
Vetusta Morla en directo en la sala Rouge de Jerez
Corrillos a las puertas de la discoteca, coches con los capós abiertos , la música del grupo elevándose desde los bafles y ambientando las aceras, algo de botellón y la certidumbre de que, efectivamente, la Sala Compañía se habría quedado pequeña para recibir a Vetusta Morla, uno de los grupos revelación del año dentro del panorama indie nacional. Uno de los escenarios de la disco Rouge permitió corresponder con las expectativas para este concierto inaugural del Ciclo Música Joven organizado desde las Delegaciones Municipales de Cultura y Fiestas y que podríamos definir como algo más que un buen comienzo.
Pese a que Vetusta Morla lleva nueve años de trayectoria, no ha sido hasta este 2008 cuando han publicado su primer cd, Un día en el mundo, editado por Pequeño salto mortal, una firma creada por el propio grupo y desde la que desarrollan su proyecto musical y empresarial. Con antelación, en 2005, habían logrado editar un EP, titulado Mira, compuesto por siete canciones, varias de ellas grabadas en directo y algunas de las cuales han sido rescatadas para su primer largo. Todo cambió a partir de entonces y ya en el verano de 2007, cuando estaban en la preproducción de Un día en el mundo, algunos programas comenzaban a difundir algunos de los temas ya grabados en estudio, caso del sensacional Sálvese quien pueda. Fue el espaldarazo definitivo para un grupo que ha sabido forjarse un estilo propio a partir de sus letras, del arropamiento musical, de la voz de Pucho y de la necesaria ausencia de complejos, como demostraron este sábado sobre el escenario de Rouge.
La banda, integrada por Pucho (voz), David García (batería), Álvaro Benito (bajo), Jorge González (percusión y secuencias) y Guillermo Galván y Juan Manuel Latorre (Guitarras y teclados), bajó al escenario poco después de las once de la noche para inaugurar el concierto con el tema que abre su primer disco, Autocrítica. Le siguieron sin pausa Rey Sol y Un día en el mundo, tras la que aprovecharon, una vez encendidos los ánimos del público, para saludar, pedir disculpas por el retraso e invitar a comprar las camisetas y cd´s del stand que habían montado en el acceso a la sala. Fue una breve y amistosa toma de contacto antes de pasar a Pequeño desastre animal y la reclamada Copenhage -elegida por los internautas como la mejor canción indie del año-.
A partir de ahí, el grupo fue alternando temas nuevos con no tan nuevos y un estreno, antes de cerrar la primera hora de directo con dos de sus temas más enérgicos y arrolladores, Valiente y La cuadratura del círculo.
Tras la pausa, la balada Iglús con Pucho y Guillermo a solas sobre el escenario, antes del arreón final y espectacular de Año nuevo -un delicado y enigmático ejemplo de la calidad atesorada por Vetusta Morla-; la definitiva Sálvese quien pueda, una canción que encarna a la perfección el espíritu que inspira a la mayoría de las composiciones: lograr que “las letras en castellano encajen en los patrones del pop-rock anglosajón” -como ellos mismos defienden-; y la festiva Sharabbey road, con coros del público incluidos para poner el colofón a una actuación que, a última hora, se quedó coja, ya que el grupo no correspondió a la reiterada petición de un nuevo bis y, además, se dejó en el tintero otra de sus grandes creaciones, Al respirar.
Para entonces, el directo había alcanzado su hora y media de rigor y la insistencia no era más que reflejo de la satisfacción ante el espectáculo ofrecido desde el escenario y la manifiesta sensación de haber asistido a la constatación de una gran banda que lleva camino de llenar auditorios mucho más grandes y de contar y cantar muchas más cosas sin necesidad de tener por qué traicionar su estilo, su osadía, que, parafraseando una de las estrofas de Valiente, queda, por completo, disculpada.
De Radio 3 a la influencia de internet
Del caso de Vetusta Morla cabría decir aquello de ‘¿qué fue primero: el huevo o la gallina?’, salvo que en su caso extrapolado al hecho de delimitar las claves que han permitido ampliar la repercusión de su música. En este sentido, en la difusión del grupo madrileño han influido dos factores de manera decisiva: de un lado, la promoción de sus temas a través de diferentes programas de Radio 3 -caso del desaparecido ‘Música es tres’-, y, del otro, la utilización de una herramienta tan indispensable hoy día como internet, a través de su propia página web y los enlaces con ‘youtube’ y ‘my space’. Sea de una u otra forma, o de ambas a la vez, lo sustancial es el tipo de apuesta realizada por el grupo para reivindicar un lugar con nombre propio en el panorama musical, conscientes de que su talento tal vez resulte excesivo o abrumador para los que presumen de pujar en las edulcoradas listas de éxitos.