Lo que queda del día

Gyllenhaal y Ledger, carreras entrelazadas (20 de agosto)

Carreras entrelazadas

Hace unos días leí que el actor Jake Gyllenhaal había encajado de forma dramática la inesperada muerte de Heath Ledger. Ambos fueron la pareja protagonista de Brokeback mountain, en la que interpretaban a dos vaqueros (pastores en realidad) que terminaban enamorados el uno del otro. La noticia, obviamente, iba con cierta mala leche y daba rienda suelta a la suspicacia. Como comprenderán no es un asunto que me quite el sueño, pero sí me ha llevado a comprobar las curiosas correspondencias que se han dado entre las carreras de ambos actores. Jake Gyllenhaal, por ejemplo, logró su primer papel protagonista en 2001 en la película Donnie Darko, en la que interpretaba a un esquizofrénico paranoide obsesionado con la destrucción. Heath Ledger será recordado por su último gran papel en la piel de otro esquizofrénico paranoide, el Joker de El caballero oscuro. En Donnie Darko también actuaba Maggie Gyllenhaal, hermana de Jake, que, a su vez, hacía de hermana en la ficción del protagonista. Maggie, curiosamente, es la protagonista femenina del nuevo Batman y la última mujer que pasa por las manos de Ledger antes de la espiral de violencia y destrucción ocasionada por el Joker. La tercera de las casualidades procede ya del plano argumental. En Donnie Darko se hace referencia a la novela Los destructores, de Graham Greene. El propio Donnie (Gyllenhaal) hace una reflexión en clase sobre el contenido de un fragmento de la obra, en la que unos delincuentes entran en casa de un anciano y queman la vivienda, incluido un colchón en el que estaban los ahorros del propietario. Según expone, la destrucción es entendida como el establecimiento de un nuevo orden en el que ya no importa el valor de las riquezas sino el caos generado. En El caballero oscuro, el Joker prende fuego a una pila de varios millones de dólares y hace una reflexión muy parecida en torno al poco valor del dinero frente a las posibilidades que surgen con el poder de la destrucción. Dudo que todo esto vaya más allá del terreno de la anécdota, pero al menos invita a comprobar cuán de estrecha ha sido la vinculación artística de ambos intérpretes.

Ramón Trecet

La campaña de prejubilaciones de la RTVE se ha dejado notar de manera muy sensible a nivel radiofónico, con la desaparición de voces y programas emblemáticos. El último de ellos -uno de los casos más notables hasta la fecha- ha sido el de Clásicos Populares. A la misma hora que éste, pero a través de Radio 3, se emite desde hace unas dos décadas el espacio Diálogos 3, que presenta y dirige Ramón Trecet. Sin embargo, después de ausentarme unos días -como ya comenté- me he encontrado con que el programa no se emite. Deduzco que se debe al periodo de vacaciones del propio Trecet, ya que no he tenido noticias de la prejubilación de éste ni de la desaparición de su valioso programa -me atengo a esas premisas para mantener viva cierta esperanza-, aunque amplío las posibilidades al conectar con la web de Marca y encontrármelo al frente de un blog personal sobre los Juegos Olímpicos. A diario hace sus comentarios escritos sobre el desarrollo de la competición, aunque el blog presenta un apartado novedoso: los comentarios realizados ante la cámara y que nos presentan al Trecet en estado puro. No se pierdan la previa que dedicó al partido de baloncesto entre España y Estados Unidos -no sólo dijo cómo tenía que desarrollarse el partido, sino que explicó con una total clarividencia de ideas en qué consiste el baloncesto que se practica en Estados Unidos-. Trecet, antes de que lo descubriéramos como uno de los visionarios y gurús del universo de la música age -o música contemporánea- en nuestro país, fue la voz elegida por TVE para narrar los primeros partidos de la NBA en directo que pudieron verse por el canal público, y su estilo marcó un sello particular que tuvo después mayor recorrido como miembro del equipo de deportes de Televisión Española en las diferentes ediciones olímpicas de los últimos veinte años. No voy a entrar en las supuestas diferencias y rivalidades que dicen tuvo con otros compañeros durante esas emisiones, y las enemistades que pudo suscitar. Lo cierto es que estas Olimpiadas seguimos sus valoraciones a través de la web -lo veo raro, porque se ha afeitado la barba canosa que le caracterizaba físicamente- y espero poder volver a seguirlo a partir de septiembre por Radio 3.

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