Málaga

Condenada por talar 220 olivos y cortar el paso a una explotación apícola

La acusada fue al terreno, que estaba bajo litigio de dominio, y que estaba plantado de olivos por un hombre, y cortó a ras de suelo un total de 220 árboles, causando un perjuicio de 5.400 euros

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La Audiencia de Málaga ha confirmado la pena de multa impuesta a una mujer por talar 220 olivos y cortar el paso a una explotación apícola en la localidad malagueña de Cuevas del Becerro, sobre la que había una disputa por su propiedad. Así, se desestima el recurso de apelación presentado por la defensa.

   Según se declaró probado en su momento por el juzgado, y consta en la sentencia de la Audiencia a la que ha tenido acceso Europa Press, la acusada fue al terreno, que estaba bajo litigio de dominio, y que estaba plantado de olivos por un hombre, y cortó a ras de suelo un total de 220 árboles, causando un perjuicio de 5.400 euros.

   En segundo lugar, la acusada colocó una alambrada para cortar el paso en el camino del que se ostenta derechos sobre la finca, que explota el mismo hombre, "impidiendo el paso de vehículos, ocasionando con ello que no se atendiera debidamente una explotación apícola", lo que provocó un perjuicio de 1.172 euros.

   Por estos hechos, se condenó a la mujer por un delito de daños y por una falta de coacciones, imponiéndole en total 2.400 euros de multa y el pago de más de 6.500 euros de indemnización al hombre por los olivos cortados y los perjuicios causados en la explotación apícola. La sentencia fue recurrida por la defensa.

   La Sala rechaza los argumentos de la mujer en cuanto a que el terreno estaba bajo una disputa de dominio, al señalar que "es incuestionable que la propiedad de los olivos pertenece al denunciante", que los había plantado dos años y medio antes de los hechos, con lo que la mujer pudo haber ejercido las acciones civiles correspondientes.

   Así, se considera que "no es admisible que en una sociedad civilizada se acuda a las vías del hecho para poner fin a un conflicto de esa naturaleza", por mucho que la denunciada insistiera en que el terreno era de su propiedad.

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