Málaga

Manipulan una ruleta para estafar 18.000 euros en Málaga

La Policía detiene a dos personas por los hechos llevados a cabo en un salón de juegos de azar de la capital

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  • Manipulaban la ruleta. -
  • Mientras uno entretenía al personal del establecimiento, el otro manejaba de manera irregular la caída de la bola y se hacía con el premio

La Policía Nacional ha detenido en Málaga a dos hombres, de 40 y 33 años y nacionalidad italiana y marroquí, como presuntos responsables de un delito de estafa después de que supuestamente estafaran 18.000 euros manipulando la caída de bola de una ruleta en un salón de juegos de azar de la capital malagueña.

El pasado 22 de junio, la encargada de un salón de juegos de azar denunciaba ante la Policía Nacional que personas desconocidas habían estafado a su empresa 18.000 euros manipulando la caída de la bola y, previamente, la alarma de detección de manipulación de la ruleta.

Partiendo de esta información se inició una investigación que permitió a los investigadores identificar, localizar y detener a los presuntos autores, dos hombres con antecedentes por hechos similares, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

Según los investigadores, una vez que elegían el establecimiento en el que iban a actuar, cuando se daban las condiciones idóneas, como que no hubiera otros apostantes, uno de ellos se colocaba en la ruleta para jugar, contactaba entonces con otro de los implicados cuyo rol era el de entretener a la dependienta y evitar que estuviese atenta a la zona de juego donde se efectuaba la manipulación, momento que aprovechaba para realizar fuertes apuestas por el importe máximo permitido.

A partir de ahí, el jugador levantaba la cubierta de la ruleta y antes de que la bola cayera la cogía mientras daba vueltas y la colocaba en el número por él elegido para la apuesta, obteniendo así el premio máximo de la maquina, llegando a repetir la operación en varias ocasiones y logrando varios premios.

Al finalizar avisaba a su cómplice para que este abandonara el salón mientras él cobraba las apuestas. Todo esto lo realizaban sin mantener contacto entre ambos en el interior del salón.

La operación se repetía en diferentes días y horarios, dándose las mismas circunstancias. Mientras la misma persona era la encargada de apostar la otra siempre aparecía en escena para distraer la atención de la persona que estuviese a cargo del salón en ese momento.

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