La Policía Local de Marbella cuenta, desde hace dos años, con cuatro pistolas eléctricas, o pistolas taser, pero no puede hacer uso de ellas.Esta situación es la que denuncia la Sección Sindical de Marbella del Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (Sip-An).
El pasado 30 de mayo el sindicato envió un escrito a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, para preguntar por el estado de estas armas de dotación. En el documento hacían hincapié en la proximidad del verano, “y con ello el aumento de la población y de hechos delictivos en nuestra ciudad”.
La respuesta, a la que ha tenido acceso Viva Málaga, y firmada por el jefe de la Policía Local, detallaba que no son cuatro, si no dos unidades y que “éstas se encuentran asignadas al servicio de Prevención y al Grupo de Ayuda a la Familia (GAF)”. Asimismo, aseguraba que “en cuanto sea posible adquirir más unidades, las mismas se dotarán a los distintos grupos de servicio para que sean itilizados por los agentes que hayan superado el curso de operador de taser”.
Óscar Camacho, secretario de organización del Sip-An y delegado en Marbella, explica que “no tiene sentido que lo tengan estas dos grupos, ya que el de Ayuda a la Familia trabaja de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde. El taser lo tiene la oficial que trabaja de lunes a viernes por la mañana. Además, parece ser que el curso organizado no está homologado y no se han preocupado en buscar uno que sí sirva”.
Así, según Camacho, “estas pistolas las deberían llevar los patrulleros, los grupos uniformados que trabajan en la calle y que acuden en caso de una pelea o violencia de género”, detalla.
Además, ningún grupo de la Policía Local de la provincia cuenta con estas unidades, “en Marbella fuimos pioneros, pero las tienen guardadas en un cajón”.
Asimismo, asegura que el número de estas pistolas es “insuficiente”, ya que “somos de los que más intervenciones en seguridad ciudadana hacemos de España”.
Uso de estas pistolas
La legislación española permite emplearla a los agentes de Policía Local de unos 200 municipios españoles. No es así con la Policía Nacional o la Guardia Civil, aunque sus sindicatos sí que las reclaman.
Las taser inmovilizan al sujeto con descargas eléctricas de 50.000 voltios. “Su uso desactiva el sistema nervioso de órganos no vitales, como los músculas, pero no afecta al corazón o los pulmones”, explica.
Poder usarlas, según Camacho, “nos serviría para inutilizar a una persona y llevarla al calabozo sin tener que sacar un arma de fuego. Ha habido más muertes por armas de fuego que por estas pistolas”.
