Trillo, en una declaración ante los medios de comunicación tras la que no aceptó preguntas, recordó que durante el periodo de Bermejo como ministro de Justicia se han producido por primera vez tres huelgas, la de funcionarios, la de secretarios judiciales y la de jueces.
Además, “no ha tomado ni una sola medida para poner fin al insoportable atasco judicial”.
Si bien el PP acepta de buen grado la dimisión de Bermejo, Trillo destacó que la dimisión “no aclara lo más grave” de la secuencia que el propio magistrado inició hace dos semanas, cuando se conoció que investigaba una supuesta trama de corrupción.
“Lo más grave”, en palabras de Trillo, es “la connivencia” que al mismo tiempo que avanzaba la investigación, que supuestamente implicaba a cargos del PP, pudieron establecer Bermejo y Garzón, así como el comisario jefe de la Policía Judicial, en la jornada de cacería.
Nada de eso está aclarado, ni siquiera tras la dimisión de Bermejo, dijo Trillo.
Por ello, el PP exigirá al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que explique “la relación” de su Ejecutivo con el Poder Judicial. “Falta saber cómo asumirá sus responsabilidades el señor Garzón”, apostilló el responsable de Justicia de los populares.
Al margen de la conferencia de prensa, el PP se ha posicionado, aunque prudentemente, sobre el anuncio de que el secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, Francisco Caamaño, será el sustituto de Bermejo al frente de Justicia.
Fuentes populares han destacado la conexión y sintonía de Caamaño con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y por ello creen que ella tendrá a partir de ahora más peso en las negociaciones para modernizar la Justicia.
El PP, que rompió relaciones con Bermejo a raíz de la jornada de cacería con Garzón, mantendrá su actitud, lo que no significa cerrarse en banda a las nuevas propuestas de Caamaño, a cuyos llamamientos para un posible regreso a la negociación esperarán los populares.
