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Obama anuncia el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba

El anuncio de Obama supone la culminación de más de seis meses de negociaciones para restablecer los lazos diplomáticos, rotos en 1961, dentro del proceso de normalización de relaciones anunciado el pasado 17 de diciembre por el mandatario estadounidense y su homólogo cubano, Raúl Castro

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El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció hoy que su Gobierno y el de Cuba restablecerán el próximo 20 de julio sus relaciones diplomáticas y abrirán embajadas en las respectivas capitales, al tiempo que instó al Congreso a levantar cuanto antes el embargo económico a la isla.

El anuncio de Obama supone la culminación de más de seis meses de negociaciones para restablecer los lazos diplomáticos, rotos en 1961, dentro del proceso de normalización de relaciones anunciado el pasado 17 de diciembre por el mandatario estadounidense y su homólogo cubano, Raúl Castro.

"Este es un histórico paso adelante en nuestros esfuerzos para normalizar las relaciones con el Gobierno y el pueblo cubanos, y comenzar un nuevo capítulo con nuestros vecinos en las Américas", dijo Obama en una declaración a la prensa en la Casa Blanca.

Obama y Castro intercambiaron hoy sendas cartas en las que confirman que sus Gobiernos han llegado a un acuerdo, finalizado en los últimos días, para restablecer sus relaciones diplomáticas, y que esa nueva situación será efectiva el próximo 20 de julio.

La nueva legación estadounidense se ubicará en el edificio de la Sección de Intereses con el que Estados Unidos trabaja desde 1977 en Cuba pese a carecer de relaciones diplomáticas, y que podrá colgar el cartel de "Embajada" el próximo 20 de julio.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se convertirá este verano en el primer responsable de Exteriores estadounidense en visitar Cuba desde 1945, un viaje todavía sin fecha fija que se producirá probablemente después del día 20, con la Embajada ya en activo.

Durante esa visita, Kerry izará formalmente la bandera estadounidense en el edificio de la Embajada, tal y como se espera que haga el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en la Embajada cubana durante su visita a Washington el 20 de julio.

El restablecimiento de relaciones con Cuba marca un hito clave en el giro de Obama hacia la isla, y deja a Irán, Corea del Norte y Bután como los únicos países del mundo con los que Estados Unidos no tiene lazos diplomáticos.

No obstante, el anuncio no marca el fin del proceso de normalización completa de relaciones que, según reconocen ambas partes, no podrá cerrarse hasta que se levante el embargo impuesto a Cuba en 1962, algo que solo puede hacer el Congreso.

"He pedido al Congreso que dé pasos para levantar el embargo que evita que los estadounidenses viajen o hagan negocios en Cuba", insistió hoy Obama.

El gobernante pidió a los legisladores escépticos con su apertura hacia la isla que "escuchen" a los pueblos estadounidense y cubano y entiendan que la política de aislamiento "excluye a EEUU del futuro de Cuba y hace que la vida sea peor para el pueblo cubano".

Sus palabras no parecieron convencer a los dirigentes republicanos del Congreso ni a los aspirantes a ocupar la candidatura de ese partido conservador en las elecciones presidenciales de 2016, como Jeb Bush o Marco Rubio, que rechazaron el acuerdo con Cuba.

"Las relaciones con el régimen de los Castro no deberían ser revisadas, y mucho menos normalizadas, hasta que los cubanos disfruten de la libertad, y ni un segundo antes", dijo el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner.

Pese a todo, Obama ya trata con Kerry sobre el nombramiento de un futuro embajador de EEUU en La Habana, y se espera que el actual jefe de la Sección de Intereses en la isla, Jeffrey DeLaurentis, ejerza como encargado de negocios de la Embajada de manera interina a partir del 20 de julio.

El acuerdo anunciado hoy satisface las exigencias de EEUU en cuanto al acceso de los ciudadanos cubanos a la futura embajada, "los viajes de los diplomáticos estadounidenses en la isla y los niveles de personal" de la legación, según aseguró una alto cargo del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.

Los diplomáticos estadounidenses en La Habana "tendrán mucha más libertad y flexibilidad para viajar por la isla que ahora" y podrán hablar con cubanos a los que hasta ahora no tenían acceso, como los que se encuentran en el interior de la isla.

"Queremos hablar con cuantos cubanos sea posible de los 11 millones que hay en la isla", dijo a los periodistas la fuente.

Además, los ciudadanos cubanos podrán acceder a la futura embajada "sin miedo y sin una presencia de seguridad excesiva", y podrán conectarse a Internet en la nueva misión, aseguró.

Obama reconoció hoy que "nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana", y Estados Unidos seguirá dejando claras sus "serias diferencias" en torno a asuntos como la "libertad de expresión y asamblea".

"Hace un año, habría parecido imposible que EEUU pudiera izar de nuevo nuestra bandera ante una embajada en La Habana. Este es el rostro del cambio", concluyó Obama.

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