Los policías que hallaron el cadáver de la asesinada por su ex destacan el \"impacto\" de la escena

Publicado: 21/10/2014
Un amigo explica ante el jurado que tenían un código para que ella le avisara en caso de peligro cuando estuviera con el acusado
Los agentes de la Policía Nacional que encontraron el cadáver de la joven asesinada por su exnovio de 18 puñaladas en el domicilio que habían compartido, en Granada capital, han destacado este martes, en la segunda sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial, el "impacto" que les causó la escena del crimen, pese a sus años de profesión.

   Según los policías, que hallaron el cuerpo sin vida de la víctima con un cuchillo clavado en el esternón y con objetos introducidos en ano y vagina, tras varias horas de indagación dieron con el domicilio del inculpado, donde, según el aviso que habían recibido de la central, podría encontrarse la chica, que tenía entonces 29 años, aunque no sabían si viva o muerta. "Fue una situación muy fuerte que me causó mucho impacto", ha señalado uno de los agentes, que ha confirmado que junto a la víctima había un cordón gordo de juguete de perro, con el que supuestamente la estranguló.

   El policía que le tomó declaración, dos días después del hallazgo del cuerpo, ha explicado lo que le contó en aquellos primeros momentos el acusado, que se enfrenta a un total de 25 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, y otros cinco meses más de cárcel por otro de profanación de cadáveres, que es lo que solicitan para él tanto la Fiscalía como la acusación particular --que ejerce la madre de la víctima-- y la acusación popular --que representa a la Junta de Andalucía--.

   Según ha señalado, Óscar C.T. le indicó que estuvo apuñalando a la que había sido su novia hasta que el cuchillo se le quedó clavado en el pecho, por lo que "golpeó" el arma para que terminara de clavársele. Según le dijo éste entonces, su profesión de cocinero y su experiencia matando animales le llevó a saber "tirar para matar", según le confesó entonces. Además, también admitió las razones que le llevaron a profanar su cadáver, que no eran más que "hacerle daño", por supuestamente haber mantenido una relación sentimental con un amigo.

   Precisamente este amigo, que la había acogido en su casa tras romper su relación, ha explicado que, en contra de lo que pensaba su exnovio, ellos no tenían ningún tipo de vínculo sentimental, y que sólo tenían una amistad. De hecho, él estaba muy preocupado por la situación de la joven, a la que llegó a pedir que, en el caso de que estuviera alguna vez con su ex en una situación de peligro, le escribiera un mensaje al teléfono móvil, aunque fuera ininteligible, a modo de código, aunque ella, según ha asegurado, no le tenía miedo, sino que sólo quería "ayudarlo".

   Además ha incidido en que el día de los hechos, el 9 de julio de 2013, contactó con la Policía en varias ocasiones para manifestarle su temor de que algo le hubiera podido pasar a su amiga, que se había ido por la mañana a la casa que había compartido con su ex. La llamó también varias veces a su móvil, y recibió un mensaje en el que supuestamente ella le comunicaba que estaba en Ciudad Real, porque le había pasado "una cosa muy fea" a su madre con su pareja, que fue enviado presuntamente por el inculpado, al que ha calificado como "manipulador, dominante y absorbente".

   "Utilizaba el alcohol para que ella volviera, como chantaje, y ella estaba sufriendo porque estaba siendo una ruptura difícil", ha mantenido el amigo, de quien el acusado tenía "celos" porque pensaba que tenía una relación con la joven.

   La jefa de la víctima, que también ha declarado como testigo, ha señalado que el día del asesinato ella llamó varias veces a la chica, y que finalmente le atendió él, que se presentó como su pareja --el inculpado-- que, pese a varias divagaciones y silencios, le dijo que se encontraba con ella en Ciudad Real porque a la madre "se la había llevado por delante" su pareja. "Él nunca me quiso pasar el teléfono para que yo hablara con ella diciendo que estaba dormida y sedada", ha sostenido.

   La madre de la fallecida ha explicado que su hija llevaba cinco o seis años en Granada, y que no quería regresar a Ciudad Real, de donde es su familia. Asimismo, pese a que sabía que tenía una relación de pareja con el acusado, nunca llegó a conocerlo. Ella, según ha dicho, era "muy buena gente, vital, tenía un gran corazón y era buena amiga de sus amigos", y nunca llegó a contarle el problema con el alcohol que tenía su novio. "Creo que ella no me lo dijo, me lo dijo él", ha incidido.

   También ha comparecido como testigo el taxista que llevó al procesado hasta Almuñécar, adonde supuestamente quería ir para suicidarse después de haber matado a su ex, que ha explicado que éste se quedó dormido durante el trayecto y que no presentaba signos de haber consumido alcohol.

   Finalemente, los policías locales de Almuñécar que lo encontraron herido tras presuntamente arrojarse desde lo alto del conocido como Peñón del Santo han indicado que el acusado estaba "un poco bebido" y "conmocionado" por el golpe entre las rocas, y que un transeúnte que lo vio caer explicó que no se tiró, sino que se precipitó a ras de suelo tras tropezarse "dando traspiés con la chancla".

   El juicio, que comenzó este lunes, está previsto que continúe este miércoles con la declaración de los testigos forenses y la lectura de conclusiones e informes finales de las acusaciones y la defensa, por lo que podría quedar visto para veredicto entonces.

ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA

   Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado mantuvo una relación sentimental de pareja con la joven, de 29 años, desde aproximadamente primeros del año 2012.

   La pareja estableció su domicilio en Granada, en la calle Escritor Miguel Toro, y allí convivieron hasta primeros del mes de julio de 2013, fecha en la que la joven dejó la vivienda y se fue a vivir con un amigo, pues era su deseo romper la relación sentimental con el procesado.

   El 9 de julio de 2013 la joven y el acusado quedaron en verse en el domicilio que habían compartido para que ella recogiera sus efectos, limpiar entre los dos el piso y entregarlo al dueño.

   Una vez allí y mientras limpiaban la cocina, el inculpado le reprochó su relación con el amigo con el que vivía pues sospechaba que ya había iniciado una nueva relación sentimental y tras este reproche decidió acabar con la vida de su exnovia.

   En ejecución de dicha idea, entre las 13,00 y las 14,00 horas y aprovechando el inculpado que la joven se encontraba dándole la espalda y limpiando los platos en el fregadero de la cocina, cogió un cordón grueso de los que se utilizan como juguete de perro y "de forma inopinada y sorpresiva" le rodeó el cuello, inmovilizándole.

HASTA 18 CUCHILLADAS

   Acto seguido, "y para culminar su propósito de matarla", el procesado cogió con su mano derecha un cuchillo de cocina de 13 centímetros de hoja y, encontrándose detrás de la víctima y agarrándola para que no se moviera, comenzó a apuñalarla para acabar con su vida.

   En total, le propinó 18 cuchilladas, ocho de ellas en el tórax, y tras asestar la última, le clavó el arma hasta la empuñadura con los 13 centímetros de hoja en el interior del cuerpo de su exnovia. Según el informe forense realizado, la causa inmediata de la muerte fue 'shock' hipovolémico, tras las múltiples heridas por arma blanca que sufrió en el tórax.

   Además, una vez muerta, el encausado procedió a profanar su cadáver, introduciéndole objetos en ano y vagina, y en ese estado los agentes de Policía se encontraron el cuerpo sin vida de la joven.

   Según considera el fiscal, por lo prolongado de su acción y el número de cuchilladas asestadas, el acusado pretendía aumentar de "forma deliberada e inhumana" el dolor y sufrimiento de la fallecida.

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