El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, han firmado hoy un acuerdo para invertir 25 millones de euros en la construcción de depuradoras en los 17 municipios del Genal-Guadiaro. Esta iniciativa representa la culminación del compromiso adquirido por ambas instituciones para lograr el saneamiento integral de la provincia y para avanzar hacia el ‘vertido cero’ en 2015, según establece la Directiva Marco del Agua de la UE.

Antes de la firma, Bendodo y Ramos se han reunido con alcaldes de los municipios beneficiarios para informarles de los plazos y proyectos. Estos pueblos son Algatocín, Alpandeire, Atajate, Benadalid, Benalauría, Benaoján, Benarrabá, Cartajima, Cortes de la Frontera, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jimera de Líbar, Jubrique, Júzcar, Montejaque y Pujerra.

Al acto han asistido asimismo la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos; el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Pablo Saavedra, y el diputado provincial de Medio Ambiente, Juan Jesús Bernal, así como miembros del Foro del Saneamiento Integral de la Costa del Sol.

De los 25 millones previstos, la Diputación aportará el 20%, es decir, 5 millones, y el Ministerio de Medio Ambiente se hará cargos de los 20 restantes. 22 millones se van a emplear en construcción de depuradoras y obras complementarias y 3 se usarán para puestas en servicio y mantenimiento. Las 17 estaciones del Genal-Guadiaro darán cobertura a una población equivalente de 17.500 personas.

Bendodo ha calificado el anuncio de hoy como “uno de los más importantes del mandato por su trascendencia turística, económica y ambiental; y un hito para la provincia porque es un paso más hacia el saneamiento integral, ese déficit histórico que debe ser compensado de una vez porque es clave para nuestro futuro”. El secretario de Estado, por su parte, ha avanzado que las obras podrán comenzar en enero de 2014.

Ramos ha valorado este proyecto por su repercusión medioambiental y para el interés económico de la provincia. “No podemos retrasarnos más en la depuración de las aguas. Con estas actuaciones y con la depuradora de Nerja, que ya está adjudicada, los compromisos del Gobierno estarán cumplidos. Queremos estar a la cabeza de un modelo de desarrollo sostenible y limpio”, ha asegurado.

Bendodo: “La Junta de Andalucía debe cumplir su parte”

El presidente ha subrayado que con las obras incluidas en este acuerdo se termina la participación de la Diputación y el Gobierno en el saneamiento integral, aunque aún quedan otras 23 estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) que corresponden a la Junta de Andalucía. Bendodo ha exigido al gobierno regional que “cumpla su parte” y agilice su construcción, “ya que aún no ha empezado ninguna y ya va tarde para 2015”.

La Directiva Marco del Agua establece que en 2015, todas las cuencas deben haber alcanzado el ‘vertido cero’, es decir, deben tener capacidad para tratar 700.000 metros cúbicos de aguas residuales al día en ciclo terciario -reutilización-. El incumplimiento de esta medida conllevará sanciones económicas.

En este sentido, el presidente ha recordado que el ejecutivo regional recauda desde mayo de 2011 un canon de mejora de saneamiento a los contribuyentes malagueños. “Se trata de un impuesto finalista que debe usar para construir las depuradoras a las que se comprometió en 2006, según acuerdo con el Gobierno de España, y que sin embargo ni siquiera ha iniciado”, ha lamentado.

Aparte del acuerdo de hoy, la Diputación de Málaga ha construido ya en la provincia 12 depuradoras por un valor conjunto de 7,5 millones de euros. Son las de Alozaina, Ardales, Valle Abdalajís, Casabermeja, Alfarnate, Alfarnatejo, Totalán, Riogordo, Cútar, El Borge-Almáchar, Canillas de Albaida, Macharaviaya y Serrato. “El saneamiento integral es imprescindible para el turismo, que es nuestra principal industria económica, y debe contar con el compromiso de todas las instituciones”, según Bendodo.

Actuaciones previstas para mejorar la depuración

El acuerdo con Medio Ambiente garantizará que el agua tratada cumpla las exigencias de la legislación vigente en materia de vertidos. También se ejecutarán conexiones con redes eléctricas y agua potable para el funcionamiento de las depuradoras; se construirán colectores para la conducción de los efluentes hasta el lugar de tratamiento, y se llevarán a cabo obras de rebombeo necesarias para unificar los vertidos en una cuenca.