Llega el verano. Baja el paro. Es la tónica general a lo largo de los años. Y quien dice el verano dice la Semana Santa o las Navidades, fiestas más largas que un puente que actúan como bálsamo para el empleo. Pero hasta ahí y sobre todo, con una considerable bajada en los sueldos.
San Fernando contabilizó en el mes de junio 751 parados menos que en mayo, cuando también se produjo una bajada de 184 parados. En La Isla hay ahora 13.426 desempleados por los 14.177 del mes de mayo, pero ateniéndose a la calidad del empleo y a los sectores más beneficiados, la conclusión es la misma. Se trata de empleo temporal, precario y en sectores tradicionalmente mal remunerados.
El sector agrícola pasó de los 86 desempleados de mayo a los 82 de junio, absolutamente testimonial tanto el sector como el descenso. O ascenso cuando los hay. Y los sectores de industria y de construcción apenas pasaron de crear cien empleos entre los dos. Industria pasó de 966 parados a 910 y la construcción de 1.704 a 1.645. O sea, 56 y 59 parados menos respectivamente.
En esos tres sectores las oscilaciones en una ciudad que se mueve entre los 13.000 y 14.000 parados, los cambios apenas se notan. O al menos no como en los dos sectores restantes que son los que demuestran que la ciudad está a expensas de las fiestas y del buen tiempo.
El sector servicios ha ganado 385 empleos en junio pasando de 8.488 parados en mayo a los 8.103 en junio, mientras que el sector Sin Empleo Anterior (SEA) perdió 274 demandantes, pasando de los 2.933 de mayo a los 2.686 en junio.
Esos dos sectores juntos suman más de tres cuartas partes del paro total en San Fernando, lo que indica que esa cantidad de demandantes de empleo –que no de parados, que habrá más sin estar dados de alta en el Servicio Andaluz del Empleo- vive a salto de mata.
La bajada del paro ha sido general en la provincia, con contadas excepciones en pequeñas poblaciones, lo que también indica la temporalidad del empleo, y se centraliza en las ciudades costeras principalmente. Y el paro seguirá bajando en julio y en agosto, como es tradicional, hasta que la tendencia comience a remitir a partir de septiembre. Y vuelta a empezar.
