No se trata sólo de una serie de espectáculos en un ciclo veraniego, sino de algo más con la economía por medio. Lo que se pretende desde hace dos años, con el vigésimo aniversario de la muerte de Camarón, es crear una industria del flamenco en una ciudad que cuenta con la ventaja de tener una marca hecha , la de Camarón, que es el premio de la lotería que quisieran muchos ciudades para poder explotarlo.
Este martes en la Peña Flamenca Camarón habrá una mesa redonda, retransmitida a través del programa La Fragua de Radio La Isla, para hablar de los estudios económicos que se han realizado sobre las posibilidades que ofrece este arte y que ya es una auténtica industria en ciudades como Sevilla, Córdoba o más cerca, en Jerez.
No son sólo los espectáculos. Son las academias de bailes, las clases magistrales, los profesionales que llaman a miles de personas del todo el mundo los que van creando un ambiente de un alto valor añadido que sólo hay que saber cuidar y potenciar.
Carlos Rey, uno de los promotores de esa idea y además que lo hace por amor al arte, quitando tiempo a su profesión, lo tiene claro. No se va a conseguir en un año ni en dos, sino que se trata de perseverar. Por lo pronto el Ayuntamiento parece que se ha dado cuenta al fin de lo que significa la industria de la cultura, al menos cuando se tiene en la ciudad ese tesoro que es Camarón de la Isla, la marca ya hecha, el camino adelantado.
El resto está por ver. Y por escuchar.
