San Fernando

La Noche en Blanco llenó las calles del centro en el ecuador de verano

La octava edición volvió a consagrar un año más la cita del verano por excelencia en San Fernando. Miles de personas llenaron el centro de un gran ambiente.

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Noche en Blanco: sinónimo de éxito. Así es, una edición más, y ya van ocho, la apuesta más importante del Ayuntamiento isleño para el ocio durante el verano en San Fernando volvió a contar con el respaldo de miles de personas en las calles del centro de la ciudad y calles comerciales, tanto por la presencia de cañaíllas como por de turistas que vivieron de primera mano mano más de cinco horas de actividades para todos los gustos y todas las edades. El intenso calor hizo el resto para que la gente se tirase a la calle para tratar de combatir, en parte, las altas temperaturas y la intensa humedad.

Es una apuesta ganadora y ya es una fecha marcada en rojo en el calendario de agosto para los que disfrutan del mes de asueto por excelencia del verano, y para los que no también. Son cinco horas de mucha intensidad con los comercios y los hosteleros a tope, pero a buen seguro que mereció la pena tanto esfuerzo para una jornada que una vez más fue inolvidable.

Acosafe apostó por quinto año consecutivo subirse al carro de la Noche en Blanco y, viendo los resultados, a buen seguro que apostará una sexta, una séptima...

Cada esquina de las calles comerciales del centro de la ciudad se convirtieron en improvisado escenario por donde fueron desfilando diferentes artistas, muchas tiendas de moda volvieron a montar sus pasarelas para mostrar el producto al isleño de a pie y, quizás, una de las iniciativas más llamativas fue la exhibición de peluquería que despertó, y mucho, la curiosidad de los que paseaban por la calle Real.

Y es que una de las claves de la Noche en Blanco de San Fernando es la tremenda diversidad que ofrece al que quiere disfrutar de ella, es decir, hay visitas culturales, música, exhibiciones, actuaciones para menores y para mayores, copla, danza y este año hasta una gran novedad que llamó mucha la atención como fue pilates en plena calle Real, a la altura del colegio de La Salle, que levantó mucha curiosidad a la gente que desde aproximadamente las nueve de la noche comenzó a patear las calles del centro de San Fernando.

Además, edificios constitucionales, museos o la casa natal de Camarón volvieron a sumarse una edición más a la oferta puesta en marcha por la Delegación de Cultura, sin olvidar el Castillo de San Romualdo que por segundo año consecutivo fue un pilar importante dentro de la amalgama de actividades programadas, no en vano no solo acogió visitas guiadas al Museo, sino que a las diez de la noche el patio fue escenario de un espectáculo de danza. Es decir, un 2x1.

Casi imposible andar

Hubo horas centrales de la noche en las que pasear por la calle Real se convirtió en una auténtica quimera y las terrazas un año más hicieron su agosto, y nunca mejor dicho. También los comercios del centro sacaron su producto a la calle en un improvisado mercadillo que se extendía desde la calle Rosario hasta la calle San Rafael.

Una Noche en Blanco que, además, da la oportunidad a los artistas de la tierra a darse a conocer entre su gente en cada esquina, algo de lo que es muy culpable la Asociación de Comerciantes de San Fernando, que aprovecha cada rincón que ofrecen las calles del Centro Comercial Abierto para colocar un escenario y que los paseos se hagan más amenos gracias a la música.

La eterna duda y la pregunta que incluso mucha gente se hacía en la noche de este viernes por la calle es si no es mejor dividir dicha celebración en dos días, dado el amplio volumen de actividades que contempla y que hace casi inviable poder estar presentes en todas, puesto que muchas coinciden en el tiempo y están separadas por bastante metros. 

El plato fuerte

Y para cerrar la octava edición de la Noche en Blanco nadie mejor que el polifacético y camaleónico artista Álex O’Dogherty, que fue un puro espectáculo junto a La Bizarrería durante las casi dos horas que estuvo sobre el escenario instalado para la ocasión en la plaza de La Iglesia. Estaba ante su gente y se entregó al mil por mil, e incluso no dudó en bajar del escenario y megáfono en mano recorrer parte de la calle Real. También contó con la participación de otros artista invitados y el concierto se prolongó hasta pasadas las una de la mañana.

A esa hora las ganas de fiestas todavía seguían y el Noche en Blanco se prolongó algo más en la madrugada, sobre todo por las zonas más destinadas al ocio nocturno. En definitiva, una apuesta ganadora del equipo de gobierno y en la que todos los años se intenta dar una vuelta de tuerca más para que no se quede estancada y, por tanto, no dé más de sí durante las futuras ediciones. De momento, la cosa funciona y de qué manera.

Balance municipal

El delegado Municipal de Cultura, Juanjo Carrera, ha realizado este sábado balance de la octava edición de la noche Blanca Isleña, organizada por la Delegación Municipal de Cultura en colaboración con la Asociación de Comerciantes de San Fernando (ACOSAFE) y que se celebró anoche en la ciudad. Carrera ha destacado el atractivo y la gran acogida popular del programa de esta edición, que reunió más de veintena de actividades gratuitas en las que convivieron la música en directo, la danza, la animación infantil, las artes escénicas, la moda, el cine y las jornadas de puertas abiertas organizadas en los diversos espacios municipales de la ciudad.

Entre las actividades más exitosas el delegado destaca el concierto del actor, cómico y músico isleño Alex O´Dogherty y su grupo La Bizarrería en la Plaza de la Iglesia, el concierto de la Banda de Música Agripino Lozano de homenaje a Camarón de La Isla en el Real Teatro de Las Cortes y la apertura en horario extraordinario del Museo Naval.

“El mejor indicador del éxito de la Noche Blanca ha vuelto a ser el abarrotado aspecto que lucieron durante toda la noche las calles y terrazas de San Fernando, llenas de isleños y visitantes dispuestos a disfrutar de la que ya es la noche más esperada del verano de nuestra ciudad. Una vez más, la Noche Blanca ha sido sinónimo de cultura y arte a pie de calle, de comercio y de hostelería. En definitiva, una noche mágica en la que La Isla ha brillado a la luz de la luna estival”, indica Carrera.

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