La prohibición municipal a las salidas extraordinarias de las Hermandades de la Humildad y el Silencio el pasado fin de semana ha despertado el malestar en el mundo cofrade. Las 20 hermandades sanluqueñas -incluidas las de Gloria- participaron el lunes pasado en el Pleno extraordinario convocado con carácter urgente para tratar el asunto. Casi al mismo tiempo, el Ayuntamiento explicaba públicamente -vía comunicado de prensa- su postura sobre el asunto, ratificando su apoyo a las procesiones religiosas tradicionales y argumentando el "elevado coste" que supone para el Consistorio, establecer dispositivos especiales de seguridad, tráfico y limpieza para estas manifestaciones. "Las salidas procesionales fuera del calendario estipulado suponen un gasto adicional para el Ayuntamiento que en estos momentos de dificultades económicas para todos es difícil de asumir", explicaron desde el Ayuntamiento a través de un comunicado. Así, cada vía crucis o traslado no contemplados en el calendario o programación habitual con la que se elabora la prestación de los servicios municipales supone un gasto extraordinario que, en el caso del pasado fin de semana, en el que se solicitó la colaboración municipal para dos traslados y un rosario en viernes, sábado y domingo, suponía un coste extra cercano de 3.000 euros.

Pero la respuesta del Consejo de Hermandades ha sido contundente: quieren los detalles de esta prohibición y su regulación para acontecimientos venideros por escrito y, pese a que tienden la mano al Ayuntamiento para abordar el asunto, rechazan como interlocutor al delegado municipal de Fiestas. Junto a estas peticiones, la permanente del Consejo y los hermanos mayores de las 20 hermandades sanluqueñas acordaron el pasado lunes por unanimidad varios puntos, entre los que se encuentran solicitar una cita urgente a la alcaldesa, Irene García, para "trasladarle el malestar que ha ocasionado al mundo cofrade la prohibición del delegado de Fiestas" a las manifestaciones religiosas que se pretendían realizar el pasado fin de semana, con argumentos "tan exiguos" como por motivos del elevado coste que suponían, unos 3.000 euros. En esta reunión, solicitada por escrito este martes, el Consejo pretende preguntarle a la alcaldesa su esta decisión de prohibir las manifestaciones religiosas ha sido tomada en Comisión de Gobierno en semanas anteriores "como así manifestó el delegado de Fiestas" al objeto de saber por qué se notificó el pasado día 26 cuando las hermandades ya habían hecho el gasto de salida de sus imágenes. También quieren pedir explicaciones a la alcaldesa sobre por qué el edil de Fiestas "se negó a intentar llegar a la búsqueda de una posible solución o alternativas como el Consejo le ofreció". Otro de los acuerdos adoptados por las hermandades se refiere a su unidad con "el desagravio y la falta de consideración por parte del delegado de Fiestas". Aclaran que el Consejo será "la única figura interlocutora" con el Ayuntamiento para realizar las negociaciones pertinentes y solicitan establecer un calendario de reuniones con un interlocutor del Ayuntamiento "válido y con poder suficiente", rechazando la figura de Jesús Villegas, ya que aseguran que existen asuntos pendientes de tratar desde noviembre de 2011 y que pretenden evitar que los hechos acaecidos "supongan una merma en las actividades cofrades que organizan distintas hermandades, con objetivos fijados, incluso muchas de ellas, en contribuir a bolsas de caridad, ayudas sociales o fomentar el turismo cultural". Del mismo modo, el Consejo valorará las consecuencias negativas que se han producido en las hermandades a consecuencia de esta prohibición, tanto económicas -por los gastos para las imágenes y los ingresos no recibidos por el sector hostelero- como sentimentales - al tener que realizarse estos cultos en el interior de las parroquias-. Para sustentar sus reivindicaciones ante el Consistorio, el Consejo va a celebrar una serie de reuniones con colectivos sociales, culturales y empresariales, para recabar apoyo "a unas corporaciones antiquísimas que sólo quieren profesar en libertad su Fe católica, ayudar mediante su actividad caritativa a los más desfavorecidos de la ciudad, impulsar la cultura y el turismo en nuestro pueblo y fomentar el empleo entre nuestros conciudadanos, dando trabajo a las distintas empresas del sector hostelero, orfebrerías, textiles....", recogen en este escrito. Al mismo tiempo, el Consejo quiere verificar si esta decisión se trata de un hecho aislado o va a ser la máxima a seguir por el Ayuntamiento en otras salidas procesionales e incluso la Semana Santa, por lo que piden por escrito las normas que van a seguir para la regulación de estas manifestaciones religiosas y también para la celebración de las tradicionales zambombás navideñas, ya que afirman que el delegado de Fiestas ha expresado a distintas hermandades su negativa a que este año se celebren como tradicionalmente se venían realizando "por lo que queremos comprobar que esa normativa será la misma para todas las asociaciones o colectivos, ya sean de carácter religioso, deportivo o político para evitar pensar que por parte de este Ayuntamiento se esté intentando discriminar a un sector social tan amplio como el cofrade, que comprende a más de 20.000 personas".

Aunque desde el Consejo no lo confirman, el origen de esta polémica estaría en la decisión de posponer la salida procesional del patrón de la ciudad, San Lucas Evangelista, hace dos semanas, como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. Desde el Ayuntamiento afirman que fue una decisión tomada "unilateralmente", sin avisar al Cabildo y sin comprobar si había alguna otra actividad en la calle ese día. La versión del Consejo es diametralmente opuesta. Aseguran que nada más finalizar la misa, el presidente del Consejo, Agustín Hernández, se lo comunicó al delegado de Fiestas "manifestando el delegado su conformidad" y que la petición se registró ante el Ayuntamiento el viernes por la mañana. "No existió ningún problema de coordinación entre ambos colectivos", apuntan desde el Consejo, señalando además la asistencia tanto del primer teniente de alcaldesa, Víctor Mora, como de otros miembros de la Corporación municipal a la salida procesional.

Desde el Ayuntamiento insisten en trasladar su apoyo a las hermandades "dentro de sus posibilidades" en todo lo que necesiten "siempre y cuando se haga de forma racional, ordenada y teniendo en cuenta el gasto que suponen estos servicios especiales". El problema estaría en los eventos anunciados con pocos días de antelación y que, al estar fuera del calendario, suponen gastos extraordinarios, en torno a mil euros por traslado o via crucis no contemplado con antelación, que no encajan con los esfuerzos municipales de contención del gasto. 

El Consejo proponía que estos servicios especiales fueran asumidos por el personal de turno, pero fuentes municipales señalan que "estos ya tienen previamente asignada su tarea y servicio y si se envían a cubrir los servicios especiales, el resto de los servicios ya queda desatendido". "El Consistorio no puede gastar un capital con el que no cuenta para cubrir ésta o cualquier otra manifestación, sea de la naturaleza que sea, descuidando así el resto de servicios municipales y lo que es más importante sin descuidar la atención a las familias más necesitadas, una de las prioridades del gasto en estos momentos para el Ayuntamiento", señalan las mismas fuentes. Con todo, la postura del Ayuntamiento respecto a estos servicios extraordinarios se tratará ampliamente con el Consejo de Hermandades y Cofradías en una próxima reunión con el Consistorio, en la que se intentará regular este tipo de situaciones de cara al futuro. En la misma línea, aclaran que el Ayuntamiento seguirá apoyando como ha venido haciendo a las Hermandades y al Consejo, las hermandades de Gloria estipuladas en el calendario, casos como Santa Ángela de la Cruz -que saldrá en los próximos días-, la Patrona y, por supuesto, la Semana Santa, en todo como hasta el momento, seguridad, tráfico, limpieza, montaje de palcos, y todos los dispositivos especiales que se ponen en marcha con este tipo de eventos y que son necesarios para el desarrollo normal de las salidas procesionales de las diferentes cofradías de la ciudad.