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Andalucía

El turismo heredado, a New York

La ampliación de Fibes y el Metropol Parasol se transforman en principales reclamos para el turismo norteamericano

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La ampliación de Fibes y el Metropol Parasol son dos de las principales ofertas que el Ayuntamiento de Sevilla lleva hoy lunes a Nueva York en una delegación que pretende, junto con empresarios del sector turístico de la ciudad, ofrecer en la carismática metrópoli norteamericana para captar turismo gracias a la oferta de congresos, cultural y deportiva de la ciudad.

La delegación que encabeza el delegado de Economía y Turismo, Gregorio Serrano, venderá como principales activos de Sevilla como destino turístico la ampliación del Palacio de Congresos y Exposiciones con su nuevo auditorio y un espacio, el Metropol,  que hasta tiene una maqueta en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, curiosamente dos de los proyectos más criticados por los populares en la oposición, que pertenecen a la indudable herencia de la época de Monteseirín pero que también se han convertido en fuentes de ingresos más que destacables para la ciudad, el primero por su capacidad para atraer turismo de congresos y el segundo, por haberse convertido en un indudable centro de actividad de ocio, de cultura y de arquitectura en sí mismo.

Sevilla también lleva otros proyectos significativos en su hatillo, como es la renovación del Pabellón de la Navegación (ejecutado por la Junta de Andalucía) y la mejora de las infraestructuras para albergar turismo de cruceros, gracias a la nueva esclusa y al Muelle de Nueva York, todos ellos proyectos iniciados en épocas anteriores, aunque el último inaugurado recientemente con el empuje de la Administración autonómica.

La oferta de Sevilla la completan también los eventos deportivos, con la organización del Mundial de Balonmano (del 11 al 27 de enero) o el de Baloncesto (ya en agosto de 2014 ) y la cultura, promocionando el sello ‘Ciudad de ópera’, y el flamenco, gracias a un desfile de la sevillana Raquel Revuelta .

Comer y beber

El plato fuerte empresarial, sin embargo, lo pondrá el propio sector exponiendo la oferta gastronómica y de hostelería de la ciudad. Así, la intención del Ayuntamiento y de la Asociación de Hostelería es promocionar Sevilla como capital mundial de la tapa, lo que se complementará con la presencia de la Asociación de empresas de Calidad Certificada, Landaluz, y de algunas implantadas en el mercado norteamericano, como Acesur o Inés Rosales.

El sector hotelero se lleva a Nueva York a sus mejores exponentes (Alfonso XIII, Fontecruz, Inglaterra y el Parador de Carmona) para mantener al tercer emisor que tenía la ciudad en 2011, cuando 125.121 norteamericanos se alojaron en los 193 hoteles de Sevilla. Tras Francia e Italia, los norteamericanos son los que más escogen Sevilla para pernoctar, por delante incluso de Reino Unido, Japón y Alemania.

Y como todo es viajar, también se promocionará la ciudad como parte de la Red de Ciudades AVE, un medio de transporte que puede ser “puerta de entrada” para otras ciudades españolas integradas en la red.

Y de viajar a hablar: interesante la promoción de Sevilla como destino idiomático a través de la escuela de idiomas Clic International House, que pretende captar una parte de los 462 millones de euros que este sector movió en 2011.

Un puente con mucha gente y baja ocupación

Los primeros datos aportados por el Ayuntamiento de Sevilla sobre el puente no han sido tan buenos como se esperaban, ya que se situaban en una media de ocupación hotelera del 60%, aunque los datos mejoran en algo en los establecimientos de cuatro estrellas (65%) y en los de tres (con un 80%), según Gregorio Serrano, delegado de Economía y Turismo.

“No es la cifra que nos gustaría, pero dadas las circunstancias nos debemos dar por satisfechos”, decía Serrano para defender que las visitas de un día, que no se reflejan en los datos de estancias, también repercuten en el comercio. Sin embargo, la impresión general, a falta de balance final y a pesar de que el centro estuvo completamente lleno, es que se paseó mucho pero se compró muy poco.

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