El alcalde de Aznalcóllar, Agapito Ramírez (IU-CA), ha manifestado este jueves que el concurso público anunciado por la Junta de Andalucía para reanudar la explotación del yacimiento minero abandonado años atrás por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa) constituye "un auténtico bombazo" para el municipio y para toda la comarca. Agapito Ramírez, quien por cierto presidió el propio comité de empresa de Boliden-Apirsa, ha recordado así el "durísimo palo" que recibió la economía de la zona a cuenta de la "decisión política" de cerrar la mina como consecuencia del conocido desastre medioambiental de 1998.
En declaraciones a Europa Press, Agapito Ramírez ha celebrado que la Junta de Andalucía haya decidido sacar de nuevo a concurso los derechos de explotación del yacimiento minero de Aznalcóllar, que cuenta con un potencial de aproximadamente 80 millones de toneladas de minerales como el cobre, el plomo o el zinc. "Es una noticia extraordinaria, un auténtico bombazo", ha manifestado el alcalde de Aznalcóllar, quien de hecho fue trabajador de la antigua mina de Boliden-Apirsa, presidiendo incluso el comité de empresa.
LA "DECISIÓN POLÍTICA" DE CERRAR LA MINA
Agapito Ramírez ha recordado que antes de la catástrofe de 1998, cuando la balsa de residuos de metales pesados asociada al complejo minero sufrió una fractura que provocó un vertido masivo de lodos tóxicos al área de influencia del río Guadiamar, en la mina trabajaban "450 personas fijas y más de 700 eventuales", con lo que la "decisión política" de cerrar la mina a cuenta del mencionado desastre constituyó "un palo muy duro" para el municipio de Aznalcóllar y el conjunto de localidades del Corredor de la Plata.
El alcalde, así, ha aplaudido esta nueva decisión de las autoridades autonómicas y, señalando las altas tasas de paro que sufren los municipios de esta zona de la provincia de Sevilla, ha manifestado que "la situación económica requiere" la reapertura de la mina. Eso sí, ha señalado que el proyecto cuenta con "un inconveniente", dado que las antiguas instalaciones e infraestructuras mineras prácticamente "han desaparecido".
La multinacional sueca Boliden, según el alcalde, desmanteló la maquinaria cuando abandonó el yacimiento y la Junta de Andalucía se habría desprendido, incluso a través de "ventas" del resto de las instalaciones industriales.
