Sevilla

El Museo de las Tradiciones se queda, por ahora, en “boceto”

La empresa promotora retira el anteproyecto afirmando que quiere “reconsiderar” su contenido

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  • La presentación -

La empresa Feria de Sevilla SL, promotora del Museo de las Tradiciones en el antiguo  corral de las Herrerías, ha “retirado” el anteproyecto para “reconsiderar” su contenido, por lo que aquel Centro de Exposiciones y Promoción de las Tradiciones Sevillanas que anunció el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, en junio se quedará, por ahora, en sólo un “boceto” y en espera de las modificaciones que solventen las serias lagunas denunciadas a través de alegaciones por tres de los más prestigiosos arquitectos de Sevilla.

Según  ha explicado el Ayuntamiento y tras una pregunta formulada por el PSOE y recogida por Europa Press, Feria de Sevilla S. L.  “ha retirado”  el anteproyecto de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico “a fin de reconsiderar su contenido”. Y añade que “en función de los cambios que pueda sufrir el referido documento, se determinarán los trámites a seguir”.

El Museo de las Tradiciones recibió fuertes críticas por parte de los prestigiosos arquitectos José García-Tapial, José María Cabeza y Fernando Mendoza, que presentaron alegaciones a un anteproyecto que han llamado “boceto” y que consideraron un mero “tablao encubierto”,  del que afirmaron que era “incompleto documentalmente, de legalidad dudosa, contrario al planeamiento vigente, no tratarse de un auténtico equipamiento, inviable técnicamente, por provocar daños irreversibles al patrimonio monumental, afectando además a la coherencia y respeto de un entorno histórico  y con un canon de ocupación inaceptable”.

Tras conocer la retirada de este anteproyecto, García-Tapial ha considerado una “buena noticia si realmente es así” que se modifique el proyecto para ser respetuoso con el patrimonio, aunque ha preferido esperar a que vuelva a salir a información pública para estudiar si “efectivamente se han corregido las afecciones al patrimonio”, especialmente a la muralla, cuyos paños considera que dañaría irreversiblemente. José Mª Cabeza coincide en este aspecto con García-Tapial, apuntando que no era posible hacerlo “sin cargarse el lienzo de la muralla almohade”.

Capítulo aparte tienen los usos que se darían a este Museo de las Tradiciones, ya que García-Tapial entiende que en el anteproyecto refleja una actividad terciara que “en principio no encaja mucho” con un equipamiento como marca el planeamiento.

Sobre este aspecto, Cabeza entiende que este “boceto” pasa por alto que cuando se expropió ese terreno se hizo para una función, para aportar equipamiento cultural, y si sus antiguos dueños ven que se le cede a una empresa privada “para exposiciones, tablao y bar de copas”, podrían pedir la reversión del bien.

En sus alegaciones los expertos entendían que el canon que se planteaba, 80.000 euros al año, era manifiestamente insuficiente, y estimaban que, como mínimo, debía ascender a 400.000 euros.

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