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Sevilla

La Junta señala que no se tocará ni un ladrillo del edificio original

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El secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Eduardo Tamarit, ha anunciado este lunes que ya se ha alcanzado un acuerdo entre la propia Administración andaluza, propietaria de las Reales Atarazanas, y la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) para desbloquear el proyecto de restauración y rehabilitación de este Bien de Interés Cultural (BIC), actualmente suspendido de forma cautelar tras un recurso promovido por esta entidad contra la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento para la actuación.

El acuerdo, que se prevé que sea aprobado por Adepa en asamblea este miércoles, supone una modificación del proyecto importante que deberá ir nuevamente a la Comisión Provincial de Patrimonio, para que obtenga su informe favorable, así como a la Gerencia de Urbanismo de Sevilla, a la que se solicitará de nuevo la licencia de obra.

Los técnicos se encuentran ya trabajando para adaptar el proyecto, diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, al citado acuerdo y que pueda arrancar "cuanto antes", según Tamarit, que deja claro que es "totalmente respetuoso con el edificio original, al que no se le toca ni un sólo ladrillo".

A preguntas de los periodistas, tras participar en la presentación del Festival Circada de Sevilla, Tamarit ha detallado los "importantes" cambios técnicos que afronta el proyecto, entre los que se encuentran los relativos a la cimentación y la estructura, "que se modifica de modo que no se toque ningún elemento del edificio".

En este sentido, en el proyecto original se atravesaban los pilares con unas microperforaciones y se forraban los pilares con una estructura de hormigón reversible, "mientras que ahora no se toca ningún pilar ni zona de cimentación, cambiando el sistema".

En cuanto a la excavación, la altura de las naves del siglo XIII eran distintas a las actuales, tras un movimiento de tierras en época de Felipe II, "ante lo que se va a excavar toda la parte que da a la muralla, de modo que la barbacana de la Puerta del Aceite y la muralla almohade se vean, así como la zona próxima a la Iglesia de la Caridad". "Así, ya no será un mirador, sino que la gente podrá bajar y se convertirá en un paseo al estar en la cota original para ver la altura real del astillero del s XIII", explica.

Además, la puerta principal quedará fijada en la calle Temprado, de modo que la de la calle Dos de Mayo sean unos "grandes ventanales". También, desaparece la cafetería proyectada, pasando a ser un espacio de exposición, mientras que la antigua fundición con cubiertas reconstruidas se va a mantener.

Sobre las cuatro naves superiores, informa de que dos serán para salón de actos y exposiciones y las otras dos, bóvedas de carga, quedarán sin uso, "quitándose el peso de las cubiertas y poniendo otras de peso ligero, dejando sólo una pasarela metálica por si se quisiera hacer alguna visita guiada a las cubiertas".

Según Tamarit, "se permite contemplar los distintos edificios que hay en un único edificio, siendo totalmente respetuoso porque no se toca ni un sólo ladrillo del edificio original". Además, recuerda que se ha realizado una petición para que toda la parte técnica se haga "lo más rápidamente posible" con el objetivo de que las obras puedan arrancar "cuanto antes", aunque incide en que hay que analizar entre la Junta de Andalucía y Fundación Cajasol si se arrancan actividades mientras se desarrollan las obras.

"La Junta ha sido respetuosa con el sentir de la ciudad porque quiere que haya consenso por parte de todo el mundo y que sea un edificio querido por todos los sevillanos", concluye.

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