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Sevilla

Actuación en la muralla de la Macarena por ocupaciones y por gatos

La cancela de forja que sirve de acceso a la Torre Blanca será sustituida por una puerta metálica y opaca para impedir este tipo de entradas

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  • La muralla

Las obras licitadas por el Ayuntamiento de Sevilla para intervenir de urgencia en las almenas del tramo de la muralla almohade correspondiente al entorno de La Macarena incluyen una actuación en la denominada como Torre Blanca, la característica fortificación octogonal que corona este tramo de muralla. En concreto, su cancela de forja será sustituida por una puerta metálica opaca, para impedir "la entrada de ocupas" y la "permanente presencia de una verdadera colonia de gatos".

El contrato, según su memoria técnica, recogida por Europa Press, contempla "una actuación urgente y puntual en las almenas situadas en el lienzo de muralla comprendido entre las puertas de Córdoba y de la Macarena y que tienen peligro de desprendimiento, pudiendo comprometer la seguridad del transito peatonal". "Se aborda esta intervención de estabilización para garantizar la seguridad de los elementos afectados, mientras se redacta el proyecto de conservación de todo el lienzo de la muralla", precisa la memoria técnica, toda vez que el pasado otoño, la barbacana de la muralla sufría el desprendimiento de una de sus almenas.

La intervención que sale a concurso consiste en una estabilización provisional de las almenas de este tramo de muralla que presenten deficiencias arquitectónicas, "instalándole a cada una de las que presentan un estado delicado, una estructura metálica exterior que en ningún momento afecta a la integridad material de las mismas, sino que su función es evitar que se produzca algún desprendimiento, hasta que se pueda realizar su restauración definitiva".

Asimismo, se incluye en la actuación "la instalación de una nueva puerta metálica de acceso a la Torre Blanca desde la calle Macarena, ya que la actual presenta un estado deplorable, debido a que los anclajes del marco de la misma al lienzo de muralla se encuentran muy debilitados". En este punto, la memoria técnica expone que el cierre de la torre, una cancela de forja con cadena y candado, "favorece la entrada de ocupas", así como "la permanente presencia de una verdadera 'colonia' de gatos, que tiene fácil acceso a través de la cancela y provoca tal acumulación de excrementos, malos olores y suciedad, que han llegado a incidir de manera visible en la conservación del monumento".

VIENE DE LEJOS

Esta nueva actuación llega después de que ya el pasado verano, la Gerencia de Urbanismo acometiese obras urgentes de conservación sobre este tramo de la antigua muralla almohade. Esta actuación, contratada por 16.284 euros a la empresa especializada Dédalo Bienes Culturales, para eliminar "diferentes tipos de especies vegetales como palmeras, acebuches, eucaliptos o matorrales, que han venido provocando fisuras, agrietamientos y desplazamientos en el monumento", dista mucho de la restauración acometida a partir de 2007 gracias a una inversión de más de 1,35 millones de euros.

Aquel proyecto, en concreto, retomaba la restauración integral de la muralla que se comenzó a ejecutar entre 1984 y 1988, un periodo en el que fueron rehabilitados dos sectores de la muralla sin incluir el sector de la antigua puerta de Córdoba, objeto principal de la actuación integral iniciada en 2007.

Las obras de 2007, además, contemplaban el cerramiento de la muralla mediante cancelas instaladas en sus dos extremos, la regeneración de los jardines y un alumbrado artístico, entre otros extremos.

LA MURALLA DE LA MACARENA

La muralla islámica del tramo comprendido entre el arco de la Macarena y la antigua puerta de Córdoba correspondería a la ampliación ordenada por el segundo sultán almorávide Ali Yusuf Texufin (1107-1143), completada en la segunda mitad del siglo XII mediante reformas y reconstrucciones de los almohades.

El califa Yusuf II, ante el avance cristiano derivado de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), ordenó de su lado la construcción del antemuro o barbacana e hizo excavar un foso alrededor, toda vez que ya en el siglo XIX comenzó el derribo de las murallas de la antigua medina islámica. El proceso de derribo de las murallas abarcó desde 1858 con el derribo de la puerta de la Barqueta, hasta 1873 con la caída de la puerta del Sol.

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