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Sevilla

La pediatra acusada de simular abusos a una menor:"Seguí el protocolo"

Se enfrenta a la petición de la Fiscalía de tres años y un mes de cárcel por los delitos de falsedad documental y simulación de delito

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  • Fachada del Virgen del Rocío. -

La pediatra del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla enjuiciada por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla por simular un delito de abuso sexual a una menor de 14 años, que según una prueba realizada por una médico forense no existía, ha señaladoen la vista oral "que en todo momento siguió el protocolo".

Ante la Sala, la acusada que responde a las iniciales M.C.A.E. y a la que Fiscalía pide tres años y un mes de cárcel por los delitos de falsedad documental y de simulación de delito, ha indicado en su relato de los hechos que en ningún momento actúo "con el objetivo de alarmar" a la familia de la menor tras comunicarle que unos análisis de una úlcera vaginal habían dado positivo por una enfermedad de transmisión sexual (ETS) ni que "en ningún momento planteó que era víctima de un abuso sexual" porque "no es su cometido profesional el investigar eso". Así, ha señalado que actúo según la rutina protocolaria con la clara intención "de mirar por la salud" de la paciente.

En concreto, M.C.A.E. ha asegurado que en marzo de 2015 y en virtud de su cargo como responsable del área de Pediatría Social del Hospital Virgen del Rocío, médicos dermatólogos le pidieron su valoración ante la confirmación de que unos análisis tras una exploración dermatológica genital a una menor había dado positivo por un herpes genital del tipo 2.

Ante tales hechos, la acusada reconoció que junto a los dermatólogos atendió en consulta a la madre y a la menor afectada para comunicarle y que "ante las dudas que les había generado" este anuncio, les invitó a atenderlas individualmente en una consulta.

En esta entrevista, la pediatra ha reconocido que la menor se derrumbó y comenzó a llorar negando tajantemente que hubiera mantenido relaciones sexuales y a lo que la acusada le trasladó que esta infección era "exclusivamente" por contacto sexual "sin entrar en más detalles" salvo a que "a preguntas de la menor" le afirmó que "cabía la posibilidad" que hubiera sido contagiada "estando dormida".

Asimismo, ha señalado que les indicó a ambas de la importancia de que a la menor se le realizase una exploración genito-anal "para descartar otras enfermedades o infecciones" y que le facilitó su teléfono móvil personal para que el padre pueda contactar con ella a fin de explicarle esa situación, algo que se produjo el mismo día por la tarde.

De igual modo, ha continuado relatando que unos días después atendió "fuera del horario habitual" a los padres para seguir explicándoles la situación referente a la ETS de la menor indicando que las pruebas practicadas "son muy fiables" y "sin entrar a puntualizar las otras infecciones que podría tener tras las relaciones sexuales". Además, ha señalado que era conocedora de la situación de que la menor "estaba sufriendo problemas de acoso escolar" y que le transmitió que "no tuviera miedo de contar si había tenido relaciones sexuales que tenía la edad legal en tener sexo consentido".

La acusada ha asegurado que concretó con la familia realizar la exploración de la menor con sedación para el 20 de abril de ese 2015, día en el que llamó "al juzgado de guardia para avisarle que se iba a proceder esta exploración por posibilidad de existencia de otras ETS" a lo que la funcionaria que le atendió le contestó que "no tenía autorización y que tenía que completar un parte judicial". "Me entendieron mal porque no llamaba para pedir permiso sino sólo para avisarles de que íbamos a proceder a hacer esa intervención para que enviasen a un médico forense y evitar que una doble exploración", ha apuntado.

Con todo, ha apuntado que realizó junto a los dermatólogos un parte judicial de la asistencia y la exploración inicial de la menor donde marcaron la casilla de "abuso sexual" porque es "la práctica habitual" y porque el término abuso sexual tiene una connotación médica "diferente".

Finalmente, M.C.A.E. ha indicado que cuando iban a proceder a realizar la exploración con sedación, se presentó en el Hospital agentes de la policía, que se entrevistaron con la menor y con los padres, así como la médico forense que realizó la exploración que posteriormente dio negativo. Ante ello, ha señalado que la exploración del forense dio negativo "porque sólo se hizo una exploración a la piel sana ya que la sintomatología del herpes desaparece en dos o tres semanas si bien el virus se queda instalado en ganglios nerviosos algo que sólo puede detectarse con una exploración genito-anal".

"NOS DIJO QUE ESE CONTAGIO ERA ÚNICAMENTE CON SEMEN"
Por otro lado, han declarado los padres de la menor quienes han asegurado que M.C.A.E. les indicó que pese a su petición de que se repitieran los análisis porque podrían estar equivocados, la pediatra "siempre se negó a ello alegando que estos eran correctos frutos de un correcto trabajo profesional". Igualmente, ambos progenitores han señalado que tuvieron conocimiento de que se estaba tratando esta circunstancia como una agresión sexual "cuando la médico forense hizo acto de presencia en el hospital" y cuando le pidieron una respuesta a la pediatra, ésta "agachó la cabeza".

Asimismo, la madre de la menor ha asegurado que en la consulta individual que tuvo la acusada con ella y su hija, especificó "las infecciones" que podría tener "como SIDA o el papiloma humano" y que ante la insistencia de su hija negar en que había mantenido relaciones sexuales, "le apuntó la idea de que había tenido pacientes de que sus padres las habían agredido por la noche". De otra parte, el presidente del tribunal ha considerado "no pertinente" la declaración testifical de la menor, algo que ha protestado la Fiscalía.

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