Sevilla

Lunes Santo de sol y contrastes

San Pablo y Triana se volcaron con El Cautivo y San Gonzalo, bullicio que contrastaba con la sobriedad de las hermandades de la tarde y noche

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Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad del Beso de Judas.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Pablo.

Lunes Santo: Hermandad de San Gonzalo.

Lunes Santo: Hermandad de San Gonzalo.

Lunes Santo: Hermandad de La Vera-Cruz.

Lunes Santo: Hermandad de La Vera-Cruz.

Lunes Santo: Hermandad de La Vera-Cruz.

Lunes Santo: Hermandad de La Vera-Cruz.

Lunes Santo: Hermandad de La Vera-Cruz.

Lunes Santo: Hermandad del Museo.

Tocaba el turno de los barrios y han tenido su protagonismo en este Lunes Santo de mucho calor pero que se fue disipando por la tarde, reduciendo incluso las asistencias sanitarias, con algunas nubes y un viento húmedo que parece adelantar la borrasca que anuncian a partir de la noche del miércoles. Aunque es primavera y todo puede ocurrir. Más allá del cambio de temperaturas, apenas hubo incidencias y ninguna de importancia ni relevante.

 

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Y era el turno de los barrios y San Pablo con su Cautivo y Nuestra Señora del Rosario abrían el Lunes Santo con un barrio volcado en su traslado hacia el centro de Sevilla, aún con la ciudad sin apenas haberse desprendido del Domingo de Ramos. La hermandad del Polígono se hizo notar en el centro, que serpenteó para llegar y para abandonar la carrera oficial antes de retomar el paso hacia su barrio.

 

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No era la única de las consideradas populosas en hacer el camino. Santa Genoveva también abandonaba el Tiro de Línea para enfilar el camino hacia el Porvenir acompañada de numerosos fieles siguiendo el caminar de su Cautivo y de su hermosa Virgen de las Mercedes, para adentrarse en carrera no sin antes haber dejado la estampa de la hermandad pasando por el Arco del Postigo. Este año, la novedad estaba en el cambio de recorrido de vuelta, aunque lo importante, como siempre se vería ya en sus últimos tramos por Teatinos antes de alcanzar la parroquia de Santa Genoveva.

San Gonzalo trianea en Sevilla

Desde la otra punta, desde el Barrio León, Triana se echaba a la calle para acompañar a su hermandad de San Gonzalo. Bajo un sol aún a esas horas de justicia, la calle San Jacinto recibía abarrotada a Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder ante Caifás y Nuestra Señora de la Salud.

 

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Trianeando, con paso firme y con los sones de la banda de Las Cigarreras, entraría en carrera oficial recordando a Rafa Serna. Su barrio, trasladado en parte a Sevilla, lo llevaría en volandas a casa tras el saludo al Baratillo. Y cuando San Gonzalo cruza el puente, el tiempo ya no cuenta.

 

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Antes de que no se pudiera respirar por el centro, la Hermandad de la Redención había partido de la iglesia de Santiago Apóstol para zigzaguear por las calles estrechas del centro. Son muchos los que buscan mirar en el Beso de Judas la obra de Antonio Castillo Lastrucci y muchos los que buscan poder ver al Cautivo por el entorno de la Alfalfa… o por la Plaza del Cristo de Burgos…

 

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El silencio y el contraste

Las cinco hermandades restantes complementan su corto recorrido con la intensidad de su estación de penitencia. El silencio de Santa Marta contrastaba con el bullicio de barrio y ponía seria la noche del Lunes Santo, que se acompasaba con la música coral y de capilla del impresionante crucificado de Vera-Cruz y casi se sincronizaba con la banda del Maestro Tejera que acompañaba a María Santísima de los Dolores de Las Penas, cuyo Cristo, atribuido a Pedro Roldán, parece que cae de nuevo con cada mecida.

Las Aguas marcaba el contraste de la noche del Lunes Santo tras abandonar su refugio del Arenal para realizar su estación de penitencia, casi cerrando la jornada, privilegio que le tocaría a la impresionante talla de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo entrando por el Duque hacia carrera oficial, en silencio, como sólo lo sabe hacer la Hermandad del Museo.

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