El grupo del PP en el Ayuntamiento de Sevilla ha reclamado este domingo al alcalde, Juan Espadas (PSOE), actuaciones urgentes en el pavimento del barrio de San Bernardo, que "lleva más de cuatro años" esperando una reparación definitiva.
Así lo reclama el partido en un comunicado tras visitar su concejal Jesús Gómez las calles del barrio acompañado por vecinos y comprobar el "grave estado de deterioro" que presentan numerosas calzadas. "Los profundos hundimientos e irregularidades en las calzadas de adoquines de muchas calles del barrio constituyen un auténtico peligro para los conductores, especialmente los motoristas y ciclistas, y han ocasionado ya graves caídas de peatones", afirma el edil popular.
En su opinión, las calles de San Bernardo requieren una reparación efectiva y "no los parcheos que se han realizado hasta ahora".
El PP relata que avisa de esta situación desde enero de 2017, cuando en el Pleno de la Junta Municipal del Distrito Nervión presentaró una propuesta, que fue aprobada, en la que se ponía de relieve la "mala calidad y lamentable ejecución" de las obras de reurbanización que se dieron por concluidas el 7 de noviembre de 2016 en la calle Almonacid.
Las referidas obras de reurbanización fueron realizadas por el Ayuntamiento de Sevilla en 2016 para intentar mejorar sus condiciones, dado el mal estado de los adoquines de su calzada, debido al paso del tiempo. Sin embargo, "la intervención resultó tan deficiente" que a los pocos meses comenzó a hundirse el pavimento entre el imbornal que se instaló a la altura de los números 5-7 de la calle Almonacid y la intersección de esta misma calle con la calle Santo Rey.
De hecho, el PP afirma que se produjeron dos graves caídas de personas de edad del barrio, una de las cuales fue una señora que tuvo que ser intervenida en la cara y se vio afectada durante seis meses.
La propuesta del Partido Popular, que fue aprobada en el Pleno del Distrito Nervión en 2017, solicitaba que se exigieran responsabilidades a la empresa constructora de la obra de reurbanización y que se adoptaran las medidas oportunas para corregir las deficiencias tanto del material colocado, como de la forma de colocación. También se proponía que se modificara el desnivel existente entre el acerado y la zona de rodadura para que no se ocasionen inundaciones cuando llueve, así como que se instalaran más imbornales a lo largo de la calle, ya que el existente resultaba insuficiente para recoger las aguas pluviales.
Como consecuencia, en marzo de 2017 el Ayuntamiento acometió supuestas mejoras técnicas sobre el proyecto ejecutado para corregir sus deficiencias. Sin embargo, "se demuestra que las actuaciones no sirvieron para nada, pues, desde entonces, los vecinos siguen denunciando que los problemas continúan", lamenta el PP.
A este respecto, el Grupo Popular trasladó de nuevo estos problemas a la Comisión de Ruegos y Preguntas del Ayuntamiento de febrero de 2018. En dicha Comisión, la entonces delegada del Distrito Nervión, Inmaculada Acevedo, señaló que se le había exigido a la empresa adjudicataria de las obras que llevara a cabo el repaso general en toda la superficie con picado del exceso de mortero de cemento de parte del llagueado, así como el levantado y nivelado de varios bordillos de granito, y de los necesarios adoquines para nivelar las zonas donde se producían retenciones de agua.
Estas actuaciones se ejecutaron a lo largo de los meses siguientes de 2018, pero "no solucionaron la situación y, de hecho, los hundimientos del adoquinado se han pronunciado desde entonces ocasionando unos socavones y desniveles en el pavimento que suponen un grave riesgo de accidentes para conductores y peatones", lamenta el PP.
Como afirma que le transmiten los vecinos y "puede observarse a simple vista", se está produciendo un arrastre del terreno subyacente al adoquinado, que es lo que produce los hundimientos.
El PP avisa que las deficiencias en las calzadas de adoquines de este barrio no se circunscriben a la calle Almonacid, sino que se extienden a otros puntos, como la calle Santo Rey a la altura del número 27, a lo largo de la calle Marqués de Estell, el imbornal a la altura del número 3 de la calle Portaceli y la calle San Bernardo próxima a su intersección con la calle Santo Rey.
