La Plataforma de los ríos Tajo y Alberche ha manifestado su intención de estudiar el recurso de la segunda fase de los planes hidrológicos 2016-2020, que ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros, y que califica de "paripé" en el que lo único que cuenta "son los intereses de los regantes y especuladores murcianos".
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la Plataforma, Miguel Méndez, ha asegurado que no han participado ni en el Consejo del Agua ni en ninguna de las comisiones que se ha creado para su elaboración, como tampoco han llegado a presentar alegaciones.
Méndez ha afirmado que es una "pantomima" en la que "no se tiene en cuenta los intereses de los pueblos de la cabecera pero sí los intereses económicos de los regantes de la cuenca receptora".
En este sentido, ha señalado que la situación de emergencia que vive el río Tajo es fruto del Memorándum del trasvase Tajo-Segura que aprobó el Senado con los votos del PP, sólo así se explica que "los embalses de cabecera del Tajo estén en la actualidad al 12 por ciento y los del Segura a un 41 por ciento".
En opinión de Méndez, la Plataforma va a plantear "una enmienda a la totalidad de los planes hidrológicos porque están viciados y siempre pierden los ciudadanos del Tajo". Además mantiene que los planes rebajan aún más las necesidades del Tajo.
Así, la Plataforma lo va a recurrir porque es una "fotocopia" del anterior Plan de cuenca que también está recurrido ante el Supremo aunque, según Méndez, están a la espera de la sentencia.
Si bien cree imprescindible la unión del Gobierno de Castilla-La Mancha y de las ciudades a orillas del Tajo como Aranjuez, Toledo y Talavera.
Por otra parte, Miguel Méndez ha pedido al PSOE que no circunscriba sus iniciativas en torno al agua al ámbito regional y que deben tener un "verdadero impulso nacional".
Además, ha pedido a los partidos políticos emergentes, Podemos y Ciudadanos, que se sumen a una política hidrológica que "no sea la misma del PP como parece que es lo que apoyan".
De hecho, ha subrayado que los partidos deben exigir la construcción de las estaciones de aforo que "están aprobadas y no se hacen", y es la única manera de medir los caudales reales del río.
