Al final, penas y alegrías pasarán de largo y todo volverá a la normalidad, con la esperanza de que el próximo año nuestras imágenes paseen por las calles...
Como barbateño tengo la obligación de denunciar tales hechos y protestar por la ignominiosa dejadez de los que tienen la obligación de velar por la seguridad
Algunos políticos pueden cambiar de chaqueta, camisas, corbatas, partidos, y hasta de collares, para seguir desarrollando lo que más les gusta, la mentira