Jerez

Ay Lola, si todavía nos quieres, ¡vuelve!

La masiva presencia de mujeres en el Real permite que la Feria alcance el punto álgido al traspasar su ecuador

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La mujer se adueñó ayer del Real

La alcaldesa en el templete en el encuentro de mujeres

Querida Lola: Pasé por alto la ocasión de felicitarte por tu cumpleaños porque no tenía yo muy claro que te hiciera demasiada gracia eso de airear la cantidad de almanaques que has cambiado ya.

Sé –porque fue imposible no enterarse- que el día de tu santo te montaron un notable festejo en una plaza que hay ahora en el mismo sitio donde estaba la cárcel cuando eras pequeñita, pero era Viernes de Dolores y entonces estaba yo muy liado con la Semana Santa.

Porque tú sabes la que se forma aquí en Semana Santa…. Claro que sí, qué te voy a contar, si naciste donde naciste y hasta te hicieron hermana honoraria de la Esperanza de la Yedra, que he visto yo una foto de entonces en la que apareces a la vera misma de Mariano Ramírez. ¿Te acuerdas?

Así que he dejado la felicitación para el miércoles de Feria, que es un día muy tuyo. Verás.

Lo que este miércoles se vivió en el parque no lo pudiste conocer de muchachita, antes de que empezaras a ganar tus dineritos con el cante y a volar por el mundo, y por eso te lo cuento.

Desde hace ya años, a las mujeres les dio por irse a la Feria con las amigas, sin novios ni maridos. Pero no solo las de la Plazuela, Santiago o San Mateo. Qué va. Llegan mujeres de toda Andalucía y de media Extremadura, en autobuses.

Te han hecho un icono… ¿Tú sabes lo que es un icono? Pues yo tampoco. El caso es que la gente te venera y hasta las más modernas quieren ser como tú. ¿Quién te iba a decir a ti eso? A ti, que en vida te consideraron un símbolo –esto sí se entiende mejor- de 'la España de charanga y pandereta'.

Pues ahora resulta que eres la más moderna de todas, la que sin saberlo inspiró esta suerte de revolución que dicen que vivimos ahora. Las cosas de las cosas, que dijo el Paula.

Pues eso, que toda la Feria se llena de mujeres vestidas de gitana. Y esa es otra. Te prometo que te he visto en la tele –cuando salías con Joaquín Prat y Laurita Valenzuela en blanco y negro- con trajes más modernos que muchos de esos que bajan de los autobuses e incluso de los coches de caballos, donde ahora no montan ya los señoritos para los que cantabas en alguna que otra fiesta, que de todo se entera uno…

Tienes a tu nombre uno de los paseos principales del parque. Sí. ¿Recuerdas cuando la gente se iba andando a la Feria calle Santo Domingo adelante? Por allí estaba el cementerio, el campo de fútbol y luego el parque donde los menos pudientes comían lo que buenamente había podido traer de casa.

Pues ese es el paseo que tienes a tu nombre. Y bajo aquellas arboledas –La Rosaleda, El Bosque…- se reúnen ahora los chavales, que beben mucho y muy malamente. Pero bueno, son los tiempos.

La gente, conforme cumple años, cree que el mundo se va a acabar, que nada es como tiene que ser, y que todo lo anterior era mejor.

Existe una corriente integrista que se queja por todo: que si las casetas de antes tenían más empaque, que si la música que se baila no es apropiada, que si los caballos no son los que tienen que ser…

Yo imagino que cuando eras pequeña ya habría gente echando de menos la venta de ganado que dio pie primero a la reunión, y luego a la fiesta.

Y si nada hubiera cambiado, ahora seguiríamos yendo al parque González Hontoria a comprar una vaca. ¿O no?

Ya que te comento lo de la música que se baila en las casetas, te cuento que cada vez que escucho esa rumba de tu Antonio…, esa del 'cuchíbiri cuchíbiri' que también ha cantado mucho tu hija Lolita, me acuerdo de aquella pesetita que pedías a cada español para ponerte en paz con Hacienda.

Ay Lola, si por cada 'cuchíbiri cuchíbiri' que se escucha en la Feria se hubiera echado una peseta en una hucha habríamos acabado ya no con aquella deuda tuya, sino con la del Ayuntamiento de Jerez, que es mucho más gorda que la que te atormentaba.

Ahora los políticos te quieren mucho. Todos y todas, que es lo que se dice. Pero cuando paso por las casetas de sus partidos me parece hacerlo por sitios que tienen muy poquito que ver con nuestras cosas.

Muchas luces de colores, mucho ruido, mucho alcohol -y lo que no es alcohol-, una música muy rara… Si un día de estos te vienes a la Feria no pases por esos sitios, que no te van a gustar.

Hay que ver el sofocón que cogiste el día que se casó Lolita en Marbella, que ni se cabía en la iglesia ni nada, cuando dijiste aquella frase que ahora vemos por cada esquina.

Ahora, muchas mocitas se vienen a la Feria de Jerez en vísperas de su casamiento. Es una moda.

Despiden su soltería vestidas con muy poquito gusto y con muchas amigas. No sé si te gustaría verlas, porque mira que tú eras lanzada, pero hay cosas y cosas.

En fin, que tengo para escribirte un libro de la Feria de Jerez, que apenas tiene que ver con la que conociste de pequeña, pero que no por ello es mejor ni peor.

No quería pasar por alto la oportunidad de preguntarte si llegaste a saber de Pepe El Escocés.

Seguro que sí, porque se paseaba por las ferias de media Andalucía y no faltaba a las de Sevilla y Jerez, que tan bien conociste.

Los 'nostálgicos sin fronteras' hacen continuas referencias al personaje cada vez que llegan estas fechas y justo ahora me ha asaltado una duda porque he conocido a una tal Micaela que dice ser "jeresanienseniense escosiesa" y sería hermoso imaginar un parentesco entre ambos.

Esta muchacha -que yo creo que ni es escocesa ni muchacha- dice ser vecina de tu barrio, tiene cierto ángel y le encanta la tarta al whisky, pero sin tarta y con Coca Cola.  

Este miércoles de Feria no ha hecho tanto calor como el martes, pero el ambiente está muy seco y el parque se resiente.

Después de comer, reuniones de mujeres dan vueltas arriba y abajo.

No te llevaste el arte de Jerez porque aquí podrán faltar muchas cosas pero de eso nunca escaseó.

Sigue habiendo gente que ni baila ni canta, pero a la que no conviene perderse.

Pero a pesar de todo te seguimos echando de menos. Por eso, si aún nos sigues queriendo, ¡vuelve!.  

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