Sol, playa y tiempo libre. Las vacaciones de verano nos permiten descansar, pero también alteran nuestros hábitos de alimentación. Un estudio realizado ha analizado estos cambios. Levantarse y acostarse tarde es recurrente durante las vacaciones, modificando así los horarios de las comidas.
Un 57% de los encuestados considera que la comida más importante debe hacerse al mediodía, frente a un 10% que cree que es el desayuno. Pero el estudio, que ha contado con la colaboración de expertos nutricionistas, destaca que no hay una hora correcta, si no que cada persona debe adaptarse a sus necesidades.
La playa y la piscina son los lugares favoritos de los españoles en verano. Casi un 48% de los encuestados considera que llevarse alimentos con mucho líquido es ideal para mantenerse hidratados. Un 18% prefiere combatir el calor con algo fresco, y un 12% elige los carbohidratos para estar activos. Ir a tomar unas copas o salir a bailar también condiciona nuestras cenas.
Según el estudio, un 31% asegura que las tapas son la mejor opción para aguantar una larga velada, mientas que el 25% opta por una cena a base de verduras a la plancha, y un 19% se decanta por una pizza o un plato de pasta. Sin embargo, la encuesta también refleja un auge en la demanda de comida asiática. Llevar una dieta equilibrada nos permitirá disfrutar al máximo del verano.
